La policía de Los Ángeles comenzó a arrestar a personas que protestarán estos días.

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Los Àngeles está lista para las actividades de la Convención Nacional del Partido Demócrata que hoy comienza. La policía de Los Àngeles se encontraba ayer en pie de guerra, decidida a asegurar la cohabitación pacífica entre los 5.000 delegados, 15.000 periodistas y varios miles de manifestantes que se aguardan en esta ciudad durante los próximos cuatro días de convención. El presidente estadounidense, Bill Clinton, será un protagonista adulado pero incómodo en esta Convención Demócrata, en la cual no aparecerá más que hoy para evitar dejar en la sombra y poner en aprietos a su vicepresidente, Al Gore, candidato a sucederle en la Casa Blanca.

Clinton inaugurará esta ceremonia demócrata de cuatro días en la que participarán 4.000 delegados en el Staple Centre, un vasto complejo deportivo cubierto de Los Àngeles. Su intervención constituirá un primer adiós a su partido, después de un doble período de ocho años, cuyo resultado es una prosperidad sin precedentes en el país, que ni siquiera se ha visto ensombrecida por los escándalos sexuales del mandatario.

Signos de tensión han aparecido recientemente entre la Casa Blanca y los consejeros de la campaña de Al Gore. Estos últimos temen que el presidente, cuyo carisma entre la militancia demócrata permanece elevado y cuya gestión del país recibe todavía el apoyo del 60 por ciento de los estadounidenses, haga sombra sobre la fórmula presidencial demócrata para las elecciones del 7 de noviembre. Gore se enfrenta a un ejercicio particularmente difícil: debe lograr presentar los resonantes logros económicos de Clinton, pero sin pagar las consecuencias de los escándalos, especialmente del caso Lewinsky, que han empañado la imagen presidencial.