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FRANCE PRESS - BELFAST El anuncio hecho por el líder protestante del Ulster, David Trimble, quien dijo que se comprometerá en una nueva etapa del proceso de paz en Irlanda del Norte sin esperar a que el IRA comience a deponer las armas, causó cólera entre protestantes y dejó escépticos a los católicos republicanos. Sus declaraciones fueron inmediatamente calificadas por el primer ministro irlandés Bertie Ahern como un avance «alentador» para el estancado proceso de paz, bloqueado por el rechazo del IRA a emprender el desarme, lo que provocó la congelación de las jóvenes instituciones del Ulster por el Gobierno británico.

Pero ahora la cuestión era saber si las declaraciones de Trimble serán aceptadas por su partido, el UUP, que cuenta con numerosos oponentes al reparto del poder con los católicos republicanos. Así, el diputado del UUP Jeffrey Donaldson, quien se opone desde el principio a un acuerdo con el Sinn Fein, se declaró «completamente decepcionado» por no haber sido consultado. «Si nuestro jefe cambia nuestra política y la anuncia a todo el mundo sin informar a sus colegas, cómo diablos podemos mantener la unidad del partido», exclamó.

John Taylor, adjunto de Trimble a la cabeza del UUP, también se mostró escéptico. «No estoy en absoluto informado de un cambio en la posición de nuestro partido, que consiste en que debe haber un inicio de desarme antes de regresar al Ejecutivo» en el Ulster. Un escepticismo que se dejó también sentir en las filas de los independentistas católicos. «Soy verdaderamente escéptico», afirmó por su parte el líder del Sinn Fein, Gerry Adams. «Cuando algunos políticos vienen aquí (Washington) suavizan el tono de lo que en realidad es una línea dura».