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VÍCTOR SÚJOV - MOSCÚ El Ejército ruso reconoció ayer un drástico aumento de soldados muertos en la guerra de Chechenia, pero incluso así políticos y medios de comunicación acusaron al Kremlin de mentir y «maquillar» las cifras de bajas. Valeri Manílov, segundo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, anunció que desde el comienzo de hostilidades en agosto de 1999 hasta hoy han muerto 1.836 soldados y otros 4.984 han resultado heridos.

Según estos datos, la media de bajas en toda la guerra es de 8'4 al día, por encima de los seis diarios de la primera guerra de Chechenia en 1994-96. Pero el número de soldados muertos se disparó la última semana a 172, un ritmo de 24'5 al día, que paradójicamente se produce poco después de que el mando militar diera por ganada la guerra.

La nueva cifra la facilitó Manílov después de que influyentes políticos y la prensa rusa acusaran hoy en bloque al Kremlin y al ejército de mentir para «maquillar» los datos de bajas. Guennadi Zuigánov, líder comunista y candidato a presidente en las elecciones del próximo día 26, acusó al Kremlin de «hacer juegos extraños» en torno a las cifras. Mientras, la guerra se halla enquistada en las montañas del sur de Chechenia.