EfeLondres03/03/00 0:00
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Pese al consenso, los países no concretaron fechas ni cantidades exactas para esa ampliación de cuotas de exportación, que consideran necesaria pero creen que se debe establecer con la colaboración de los demás productores de petróleo, explicó el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Ali al-Naimi, anfitrión de la reunión, En el encuentro, los países acordaron que México trasladaría las conclusiones de ayer a los demás productores independientes mientras Arabia Saudí y Venezuela, miembros de la OPEP, las llevarían al resto de la organización en la reunión extraordinaria del 27 de marzo en Viena. El ministro de Energía y Minas de Venezuela, Ali Rodríguez, dijo que su país se pondría «en contacto en los próximos días con el resto de la OPEP para coordinar un mecanismo que permita estabilizar los precios».

Entre las propuestas de Venezuela, destaca su idea de fijar una banda de fluctuación de precios del crudo similar a la del dinero, para evitar cambios bruscos, mientras que México propone aumentar la producción a partir del 1 de abril para dar respuesta a la demanda existente.

Los países coincidieron en que la producción no sólo afecta a los precios sino que éstos dependen de la demanda, que a su vez varía de factores como la actividad industrial o el clima. Estados Unidos lleva tiempo presionando a los países productores de petróleo para que aumenten sus cuotas de producción para rebajar los precios del crudo, que se han disparado en el último año. El secretario de Energía norteamericano, Bill Richardson, mantiene en los últimos días una ronda de contactos para intentar lograr un compromiso por parte de los países productores para rebajar los precios, aunque no ha tenido demasiado éxito.

Este martes se reunió en Londres con el ministro de Energía mexicano mientras que la semana pasada, en Oriente Medio, se entrevistó con Arabia Saudí y Kuwait, de quienes no logró ningún compromiso. Por otro lado, el aumento de los precios del petróleo amenaza con provocar un replanteamiento en las relaciones de Estados Unidos con los países productores, algunos de los cuales han sido acusados de mostrarse remisos a incrementar la oferta de crudo en el mercado mundial.