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CATALINA GUERRERO - PARÍS El clima social en Francia se calienta con la entrada en vigor hoy de la ley de aplicación de las 35 horas, defendida por el Gobierno como un motor de creación de empleo y denostada por la patronal como una «agresión» a las empresas. Después de dos años de debates parlamentarios y tensiones entre el Ejecutivo de coalición de izquierdas, encabezado por el socialista Lionel Jospin, y la patronal, la duración legal de la semana laboral en Francia pasa hoy de 39 a 35 horas en todas las empresas privadas de más de 20 trabajadores.

Para las que tienen menos de 20, la fecha de la entrada en vigor de la reforma será el 1 de enero del 2002, aunque tanto unas y como otras tendrán un período de transición de un año. «No dejéis que las 35 horas se apliquen sin contar con vosotros» es el lema de una campaña puesta en marcha ayer por la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), para alertar a los trabajadores sobre sus derechos. Mientras, la filocomunista Confederación General de Trabajadores (CGT) lanzó un llamamiento a todos sus simpatizantes para que lleven a cabo hoy una jornada de acción. Presentada por su principal impulsora, la ministra de Trabajo, Martine Aubry, como una panacea para «mantener o crear» empleos, lo cierto es que su puesta en marcha está levantando más de un dolor de cabeza.

Trabajadores del transporte por carretera empezaron ayer, los del transporte urbano, de correos, personal de tierra de la compañía aérea Air France y conductores de ambulancias son sólo algunos de los que hoy harán huelga o saldrán a la calle para exigir que se les sean aplicadas las 35 horas, aunque sin recortes salariales.

Mañana, Aubry tendrá que enfrentarse al gran malestar que se respira entre el personal de los hospitales públicos por la falta de medios y de efectivos y la saturación de sus servicios, sobre todo de las urgencias. Un descontento que unió el pasado viernes, por primera vez en 25 años, a médicos, enfermeras y personal administrativo para manifestarse en las calles de las principales ciudades francesas. Una nueva jornada de protesta ha sido convocada para el próximo jueves día tres.