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EFE - JERUSALÉN El presidente de Israel, el general retirado Ezer Weizman, sorprendió ayer al anunciar, en contra de todas las previsiones, que a pesar de hallarse bajo investigación policial no dimite ni se retira temporalmente. «¡No dimito, no dimito!», exclamó anoche al hacer su anunció a la nación a través de la televisión, frente a cuyas cámaras dijo que tampoco se retira temporalmente, como se esperaba.

«Yo creo que hay que luchar por la verdad o dimitir y yo no voy a dimitir, jamás abandoné la batalla por la mitad», afirmó el primer aviador de combate y fundador de la fuerza aérea israelí. Weizman, que leyó un texto de dos folios y no admitió preguntas de la prensa, aseguró que «no delinquí ni pequé; toda mi vida he contribuido al país» y «si cometí algún error, fue un error humano e inocente».

El presidente, en el poder desde 1993, advirtió que «no pretendo privilegios, quiero ser investigado como uno más del pueblo», y «confío en el Poder Judicial». El presidente es sospechoso de haber cometido delitos económicos.