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EFE - QUITO El nuevo gobernante ecuatoriano, Gustavo Noboa, tomó ayer posesión del sillón presidencial y comenzó a formar su gabinete, que tendrá como una de sus tareas iniciales desmontar la trama cívico militar que ejecutó el golpe de Estado del viernes. Noboa se apresuró a entrar ayer en el Palacio presidencial de Carondelet, pocas horas después de que fuera tomado por una turba de coroneles y líderes indígenas que derrocaron a Jamil Mahuad como presidente de la República, y comenzó a recibir a los candidatos a formar parte de su futuro Gobierno.

Fruto de sus primeras reuniones, Noboa nombró a seis ministros y dos secretarios, los correspondientes a Administración y Prensa, todos ellos profesionales independientes y sin militancia política. El flamante nuevo ministro de Gobierno (Interior), el periodista Francisco Huertas, aseguró que los coroneles que protagonizaron el golpe de Estado contra Mahuad serán juzgados, aunque precisó que de ello se encargará la Justicia militar.

«Todo se juzgará por los tribunales militares, por los mecanismos que la ley establece» dijo Huertas, y añadió que desconoce el número de militares que serán juzgados. Por otra parte, el nuevo ministro de Gobierno insinuó que Mahuad tenía previsto ejecutar un «fujimorazo» o auto golpe de Estado.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) acusó ayer a los jefes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Carlos Mendoza, y del Ejército, Telmo Sandoval, de planear el derrocamiento de Mahuad, en el que ella misma participó. Mendoza y Sandoval, «en varias reuniones con el movimiento indígena y los movimientos sociales, definieron las estrategias para el derrocamiento de Mahuad y un modelo alternativo de desarrollo», señala un comunicado de la Conaie difundido ayer.