Los civiles chechenos intentan salir rápidamente de su país.

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El Gobierno francés considera que el ultimátum dado por el Kremlin a la población de la capital de Chechenia podría ser discutido en la cumbre europea de Helsinki del próximo fin de semana (10 y 11 de diciembre) y aprobarse sanciones contra Rusia. «Al parecer la presidencia finlandesa (de la Unión Europea) tiene intenciones de proponer un intercambio de opiniones sobre esta cuestión», declaró ayer la portavoz de la cancillería francesa, Anne Gazeau-Secret.

El Gobierno británico mientras tanto convocó al embajador ruso en Londres para transmitirle su firme reprobación, en tanto que París y Roma afirmaron que el ultimátum era «inaceptable». Para el secretario británico del Foreign Office Robin Cook, «si Rusia mantiene su amenaza contra Grozni, esperamos que el Consejo (europeo) de Helsinki examine la ayuda económica futura a Rusia». Toda la jornada se multiplicaron los llamamientos dirigidos a Moscú para que retire su ultimátum. Entre ellos son significativos los efectuados por Bonn, Roma y París como así también por la OTAN y la UE. Los rusos «se están equivocando de una manera dramática» en Chechenia, porque así no van a resolver el problema», afirmó ayer Javier Solana, el representante de la política extranjera y de seguridad común (PESC) de la UE.

El presidente francés Jacques Chirac estimó que el «ultimátum ruso es inaceptable». Asimismo expresó que «en Chechenia no hay otra solución que la política».

En Washington el secretario general de la OTAN, George Robertson dijo que el ultimátum ruso era «totalmente inaceptable» y que la «gente civilizada no podía tolerarlo», mientras que el lunes, el presidente estadounidense Bill Clinton afirmó que «Rusia pagará caro por esos actos». Pero la Casa Blanca descartó ayer reducir la asistencia norteamericana a Moscú, como respuesta al ultimátum ruso contra Grozni, haciendo hincapié en que la mayor parte de esa ayuda está destinada a programas que refuerzan la seguridad nacional de Estados Unidos.

«Si observamos la asistencia que suministramos a Rusia, la mayor parte sirve para que nuestra vida sea más segura. Sirve para reducir su amenaza nuclear. No sé en qué nos beneficiaríamos poniendo término a esta ayuda», declaró el portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart.