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Los procesos de extradición entre países de la UE podrían acelerarse con el objetivo de evitar demoras de procedimiento como las del caso Pinochet, si prospera la iniciativa que el primer ministro británico, Tony Blair, presentará esta semana en la cumbre comunitaria de Tampere (Finlandia). La iniciativa de Blair pretende cerrar las puertas a los presuntos delincuentes que huyen de los países donde cometieron el delito para refugiarse en otros y evitar caer en manos de la justicia, publicó ayer la prensa británica.

Blair propondrá a sus socios de la UE, durante la cumbre de Tampere, que se celebrará los próximos días 15 y 16, coordinar un plan que elimine las trabas a la hora de autorizar la extradición de un presunto criminal a su país. La iniciativa de Blair, que pretende dejar sin protección judicial a los presuntos criminales, ha suscitado cierto recelo entre las asociaciones de derechos humanos.

De haber estado en vigor su propuesta hace un año, el general chileno Augusto Pinochet habría sido inmediatamente extraditado a España, en lugar de tener que permanecer retenido en Londres durante un tiempo indefinido sin saber si se le juzgará o no. Pese a los varios acuerdos de extradición entre países de la UE, la experiencia demuestra que existen muchas dificultades para conceder la deportación.

En el caso del Reino Unido, el año pasado sólo autorizó la extradición a 38 presuntos criminales. Actualmente cuenta con 88 personas demandadas, acusadas de delitos mayores. Los británicos opuestos a una mayor integración del Reino Unido en la UE temen que la iniciativa de Blair atente contra la soberanía nacional y la independencia de su sistema judicial.