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EFE - RABAT La reforma del sistema educativo y la lucha contra el paro fueron destacados ayer como objetivos prioritarios del rey Mohamed VI en su primer discurso ante el Parlamento bicameral marroquí. El monarca alauí, que lanzó duras críticas a la administración de su país, destacó también en su mensaje la creación del Fondo Hasán II para inversiones y equipamientos generadores de empleo.

Este fondo se nutrirá inicialmente de los ingresos obtenidos por la concesión de la segunda licencia de telefonía celular del país, obtenida por un consorcio liderado por la firma española Telefónica y que aportó a las arcas del Estado 1.100 millones de dólares. De esta cifra, como ya había decidido el difunto Hasán II, 400 millones irán a parar al presupuesto y los 700 restantes a la fundación que lleva su nombre.

El funcionamiento del fondo y la utilización de sus recursos serán controlados por una comisión que será presidida por el propio monarca. Mohamed VI se refirió en su alocución a los obstáculos legales y administrativos que impiden la deseada afluencia al país de inversiones extranjeras.

El rey, que pidió al Parlamento «caminar juntos hacia la democracia», anunció que se debían simplificar los procedimientos, mediante una oportuna reforma de las leyes, una mejor coordinación de los centros de decisión y la eliminación de los comportamientos que impiden el libre desarrollo de la economía. Respecto de la enseñanza, Mohamed VI aludió a que la comisión específica nombrada por su padre para proceder a su reforma, ha llegado a fórmulas de consenso basadas la necesidad de ofrecer la educación básica con carácter gratuito.

La enseñanza secundaria y la superior deberán ser de pago, aunque existirán becas para asegurar la igualdad de oportunidades. Las cotizaciones comenzarán dentro de cinco años en la educación secundaria y dentro de tres en la superior. En relación con el problema del paro, el monarca señaló que los jóvenes deben encontrar empleos en el sector privado, dado que el público está saturado.