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FRANCE PRESS - FRANCFORT El Banco Central Europeo (BCE) dejó pocas dudas ayer sobre su intención de subir próximamente sus tasas, insistiendo con fuerza en la aceleración del crecimiento económico en la zona euro y en los riesgos de inflación. Jugando con los nervios del mercado, el BCE se dio un plazo para tomar su decisión, al dejar sus tasas sin cambio ayer.

«Necesitamos pruebas más decisivas antes de pasar a la acción», declaró su presidente Wim Duisenberg. Para el consejo de gobernadores del Banco central, la zona euro ha salido ya del «agujero» coyuntural del año pasado gracias a un crecimiento de la producción industrial y a un consumo «robusto» de las familias. «La política monetaria más bien flexible cumplió con su objetivo: un crecimiento en un clima de estabilidad de los precios», dijo.