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EFE - GINEBRA Unos 9.000 albano-kosovares han regresado a Kosovo desde Albania espontáneamente y sin ayuda de las agencias humanitarias durante las últimas horas, según datos de la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El portavoz de ACNUR, Fernando del Mundo, dijo que desde Macedonia el flujo de personas ha sido menor, «sólo unas cien en las últimas horas, en su mayoría procedentes de Skopje» han cruzado la frontera con Yugoslavia de vuelta a sus hogares. La agencias humanitarias insisten en el peligro que corren los kosovares al partir espontáneamente y atravesar tierras que no han sido limpiadas aún de minas contrapersonal. Según datos de ACNUR, el pasado martes dos personas murieron y otra resultó gravemente herida a causa de la explosión de una mina a pocos kilómetros de la frontera con Macedonia. ACNUR también indicó que se han instalado puestos de asistencia médica y de suministro de agua en las fronteras de Albania y Macedonia y que varios equipos de la organización recorren la carreteras para mantener cierto control en la zona.

La capital de Kosovo se despertó ayer por primera vez sin patrullas de tropas yugoslavas y con una presencia cada vez mayor de insurgentes albano-kosovares en la región, tras desmontar los serbios todos sus misiles tierra-aire.

El general Spasoje Smiljanic, comandante de la defensa aérea yugoslava en Kosovo, conformó ayer haber cumplido con el acuerdo de paz y retirado todos sus misiles y artillería antiaérea de esa provincia serbia. Las fuerzas militares yugoslavas y policiales serbias de Pristina habían concluido su retirada y sólo parte del mando militar queda en la capital kosovar para labores de enlace con la ONU y la OTAN.