Soldados de la OTAN vigilan la entrada del restaurante en el que se celebró ayer la reunión.

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La OTAN comunicó ayer a los militares yugoslavos sus exigencias para la retirada de las fuerzas serbias de Kosovo en un plazo de siete días y advirtió tanto a los serbios como a la guerrilla kosovar que no permitirá una reanudación de la violencia con el despliegue de la fuerza de paz.

Ese es el principal mensaje que el general Michael Jackson, comandante de la KFOR, llevó ayer a la delegación militar yugoslava con la que se reúne en la localidad macedonia de Blace, en la frontera con Kosovo. La reunión para determinar los detalles de la retirada de las fuerzas yugoslavas, se reanudará hoy a primera hora a petición de Belgrado.

Al final, el jefe de Estado Mayor adjunto del Ejército yugoslavo, el general Svetozar Marjanovic, que debía dirigir la delegación de su país en el encuentro con la OTAN, no acudió ayer a Blace. En su lugar envió al secretario adjunto del Ministerio del Interior, Obrad Stefanovic, y al general Blajodi Kovacevic, miembro del Estado mayor del Ejército.

Jackson expuso las exigencias de la Alianza para dicha retirada, que «debe estar completada en siete días una vez entre en vigor el acuerdo», dijo el portavoz civil de la OTAN, Jamie Shea.

Aceleran los preparativos de la fuerza de paz
Los países de la OTAN aceleraron ayer los preparativos para que ingrese lo antes posible en Kosovo una fuerza de paz (KFOR). Los 16.000 hombres de países de la OTAN que se encuentran en Macedonia y constituirán la vanguardia de la KFOR, ya se encuentran en condiciones de operar bajo las órdenes del general británico Michael Jackson, comandante de la fuerza de paz.