TW
0
EFE - MOSCÚ Los políticos y la prensa ya comparan las presiones de los clanes económicos y mafiosos en el Kremlin con un «titiritero» que mueve por detrás los hilos de las «marionetas». «El proceso de formación del Gobierno está siendo manipulado por titiriteros», denunció el economista y diputado Grigori Yavlinski, líder del partido liberal Yabloko, al que pertenece Zadornov y no dudó en asegurar que las presiones de los grandes magnates de la banca ha precipitado la salida del ministro de Finanzas.

Zadórnov, un «joven tecnócrata» de 36 años que ha sobrevivido a los cuatro gobiernos anteriores, había aceptado ser ascendido a primer viceprimer ministro con la condición de que conservaría la cartera de Hacienda, clave en su gestión macroeconómica. Pero el presidente ruso, Borís Yeltsin, rompió el respectivo pacto con Stepashin y Zadórnov al nombrar al frente de Hacienda a un hombre leal al Kremlin, Mijaíl Kasiánenko.

El flamante primer ministro, Stepashin, declaró a los pocos minutos que estaba al tanto de la renuncia de Zadórnov, que al caer la noche también provocó un inesperado retorno de Yeltsin al Kremlin desde su residencia campestre Gorki-9.

Con sólo nueve días al frente del Gobierno, que no acaba de completar, Stepashin ha afrontado duras presiones del Kremlin, hasta el punto de que se divulgó la versión de que su «número dos», Nikolai Axiónenko, era en realidad la primera opción para jefe del Ejecutivo.

Zadórnov declaró que no estaba a gusto con la distribución del Gobierno, que según muchas versiones está teledirigido por el magnate Borís Berezovski, amigo de la familia Yeltsin. Según filtraciones, la lucha frontal del equipo del Kremlin por colocar a sus hombres en el Ejecutivo y controlar las esferas claves de la economía y las finanzas también llevó a Stepashin a esgrimir su posible retirada.

Varios diarios revelaron que el primer ministro amenazó al Kremlin con dimitir si no modera las ambiciones de su nuevo favorito, Axiónenko, quien ha declarado su propósito de «controlarlo todo» en el Ejecutivo.