La estrategia de la Alianza Atlántica no cambia: intensificar la
campaña aérea contra objetivos militares serbios para poner fin a
la política de limpieza étnica, ejecuciones y deportaciones que
está desarrollando el régimen de Slobodan Milosevic, pero Belgrado
tampoco cesa en su campaña de limpieza étnica, a pesar de la
presión que está ejerciendo la OTAN.
«Es la cámara de los horrores», se lamentó ayer el portavoz de
la OTAN, Jamie Shea, después de dar una macabra lista de
atrocidades. Más de 4.000 ejecuciones en Kosovo, 100.000 hombres de
etnia albanesa desaparecidos y el 90% de la población kosovar
expulsada de sus hogares. En un año los albanokosovares expulsados
de la RFY superan ya los 800.000, a los que hay que sumar los
650.000 desplazados internos y los más de 100.000 hombres
desaparecidos, lo que hace un total de 1'5 millones de kosovares
arrojados de sus hogares por el régimen serbio, lo supone el 90% de
la población. Pero además se han contabilizado más de 4.000
ejecuciones en 65 ciudades de Kosovo y se han encontrado siete
grandes fosas comunes.
Medio millón de niños se han visto afectados por el conflicto en
Kosovo, según los datos divulgados ayer por la sección francesa del
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La
organización señala que más de mil niños están siendo buscados por
sus padres sólo en Macedonia y que son los más pequeños los que «en
peor estado» llegan a los países vecinos a Yugoslavia. «La gran
mayoría de los desplazados son mujeres y niños», señala UNICEF.
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