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Estados Unidos recibió ayer las iniciativas diplomáticas de Víctor Chernomirdin y de Jesse Jackson con la firme decisión de continuar los bombardeos de la OTAN hasta lograr sus objetivos políticos, como lo muestran los ataques que dejaron a Belgrado sin electricidad en la noche del pasado domingo.

El presidente norteamericano, Bill Clinton, se entrevistó ayer con Chernomirdin, el enviado especial ruso para la crisis de los Balcanes, quien le llevó una carta de Borís Yeltsin, y después se vió al dirigente religioso y activista político norteamericano Jesse Jackson, quien porta un mensaje del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. Según la Casa Blanca, los bombardeos se han intensificado a pesar de estos movimientos, no porque la OTAN o Washington no quieran buscar una solución negociada al conflicto de Kosovo, sino porque por ahora se está lejos de lograr avances en el lado serbio.

Chernomirdin declaró, que la carta del presidente ruso, contiene «propuestas concretas», que podrían referirse a la composición de la presencia internacional que vigile un acuerdo de paz para Kosovo. La OTAN insiste en que debe haber una fuerza armada multinacional bajo su dirección para asegurar que la parte serbia respeta el acuerdo, mientras que Belgrado ha reiterado que no aceptará tropas extranjeras en su territorio y sólo permitiría una presencia no armada por parte de la ONU.

En cuanto al reverendo norteamericano Jesse Jackson, la Casa Blanca está interesada en conocer el contenido del mensaje de Milosevic, pero no espera que ofrezca grandes avances respecto a la conocida y reiterada postura del régimen de Belgrado.