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La diplomacia trata de desempeñar de nuevo en el conflicto de Kosovo el papel que le arrebató la guerra, por lo que en diversos frentes se trató ayer de elevar una señal, aunque sea tímida, de que se puede arreglar la situación al margen de las armas.

La reunión multilateral sobre los Balcanes celebrada en Moscú acordó que la ONU debe tener una actuación primordial en el arreglo del conflicto de Yugoslavia, informó el jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov. «Concedemos un papel especial» a la ONU, dijo Ivanov tras la reunión con sus colegas de Grecia y Canadá y el secretario general de la ONU, Kofi Annan. Annan abogó por «encontrar cuanto antes una solución política al problema de Kosovo» y pidió que Milosevic «responda» a los esfuerzos de la comunidad mundial para resolver la crisis.

Los esfuerzos diplomáticos para encontrar una salida negociada a la crisis de Kosovo han producido cierto «movimiento», coincidieron Rusia y Alemania, aunque sus posturas siguen siendo claramente opuestas sobre cuándo debe pactarse un posible alto el fuego como requisito para la paz.

Esto se desprende de las declaraciones efectuadas por el ex primer ministro ruso, Víctor Chernomirdin, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, al término de su entrevista en Bonn. Chernomirdin quiere negociar un alto el fuego previo de la OTAN como requisito para avanzar en la negociación, mientras que Schroeder ofreció frenar los bombardeos si Milosevic retira sus fuerzas de Kosovo.