Vuk Draskovic recibió ayer sin sorpresa su destitución como viceprimer ministro.

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El liberal Vuk Draskovic, de 53 años, recibió ayer sin sorpresa la decisión del primer ministro yugoslavo, Momir Bulatovic, de destituirlo del cargo de viceprimer ministro y negó que con esa medida se rompa la unidad nacional serbia, como habían sugerido algunos representantes de la OTAN. «Mi destitución no supone la ruptura de la unidad nacional serbia. Existen diferencias, pero no las hay en cuanto a la defensa de Kosovo como parte de Serbia», dijo Draskovic en una rueda de prensa ayer por la tarde en Belgrado.

El Ministerio federal de Información divulgó ayer un comunicado en el que anunciaba la destitución de Draskovic acusándolo de «dañar la reputación del Gobierno» con sus declaraciones a favor del despliegue de tropas de paz de la ONU en Kosovo. En una comparecencia ante la prensa, el líder liberal reaccionó a la destitución subrayando que «creía» haber expresado (con esas declaraciones) la postura del Gobierno y del Ejército.

Explicó que al ser destituido, también dimitieron de sus cargos los otros cuatro representantes del Movimiento Serbio de Renovación (SPO): el ministro de Información, Milan Komnenic; el ministro sin cartera, Milan Bozic; el ministro para el Comercio Interior, Slobodan Nenadovic, y un ministro adjunto.

«El SPO y yo, su líder, seguiremos luchando por la defensa de nuestro país de la agresión aliada», dijo Draskovic e insistió en que sus declaraciones «seguirán siendo las mismas y en favor de la unidad nacional». En un evidente esfuerzo por restar importancia a las reacciones de Occidente y de la OTAN, según las cuales su destitución probaría la existencia de «disidencias» en el régimen de Yugoslavia, Draskovic condenó enérgicamente los ataques aliados y comparó a los serbios con los judíos en la Segunda Guerra Mundial.

«Todos los serbios somos víctimas de esta venganza colectiva, de este ciego odio contra los serbios», dijo Draskovic y excluyó que, como sugirió un portavoz de la OTAN, él pudiera ser «el hombre» que estaría dispuesto a «colaborar con los países aliados» en nombre de los serbios.