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El bombardeo lanzado en la noche del jueves por aviones aliados contra la sede de la radiotelevisión estatal serbia en Belgrado parece indicar que la OTAN está decidida a acabar con la maquinaria de la propaganda del régimen, como parte de su campaña militar contra Yugoslavia.

Fuentes aliadas indicaron ayer que ese ataque se incluye en la estrategia de la OTAN desde hace semanas de bombardear instalaciones e infraestructuras de comunicaciones. «Nuestro objetivo no es el medio de comunicación sino los transmisores de radio y televisión que apoyan la estructura de poder y la maquinaria de propaganda del presidente de Yugoslavia Slobodan Milosevic».

Las fuentes aliadas manifestaron que no podían confirmar las alegaciones de Belgrado acerca de que el ataque produjo víctimas civiles, pero insistieron en que durante la campaña la OTAN ha tomado todo tipo de precauciones para reducir al mínimo el riesgo de «daños colaterales», como eufemísticamente se denomina a las víctimas civiles.

Una «decena de muertos» y dieciocho heridos es el balance provisional del ataque de la OTAN contra el edificio central de la Televisión estatal de Serbia, informó ayer el ministro yugoslavo Goran Matic. «Unas diez personas siguen bajo los escombros, algunos de ellos quizás con vida», dijo Matic y condenó el ataque.