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JULIA ARÉVALO - BELGRADO El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, advirtió ayer por la tarde que la OTAN tendrá que «atenerse a las consecuencias» si lleva a cabo los ataques aéreos contra objetivos militares serbios con los que ha amenazado. «Todo el que imponga soluciones por la fuerza tendrá que afrontar la responsabilidad por sus actos en contra de la política de la paz y atenerse a las eventuales consecuencias que se produzcan», dijo Milosevic en un comunicado difundido tras su encuentro con el emisario norteamericano, Richard Holbrooke.

Mientras, el Gobierno de Yugoslavia declaró anoche el «estado de peligro directo de guerra», mientras la ciudadanía empezó a cobrar conciencia de la amenaza de inminentes bombardeos de la OTAN y se lanzó a las tiendas y gasolineras en busca de provisiones. El primer ministro yugoslavo, Momir Bulatovic, apareció brevemente por el canal de televisión estatal para informar a los ciudadanos de Serbia y Montenegro (Yugoslavia) de la decisión tomada por el Gobierno a la luz de la opinión expresada por el presidente federal, Slobodan Milosevic, y los jefes de las cámaras del Parlamento.

Milosevic no compareció ante la nación. El Ejecutivo «tomó la decisión de proclamar la entrada en vigor del estado de peligro directo de guerra porque existe un peligro de agresión contra Yugoslavia. Esta decisión entra en vigor inmediatamente», dijo el primer ministro.