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FRANCE PRESS/EFE - BERLÍN La OTAN estudia un posible despliegue terrestre en Kosovo para garantizar la paz a pesar de que las autoridades de Belgrado y los independentistas albanokosovares alcancen un acuerdo en las negociaciones de paz convocadas en Francia por el Grupo de Contacto. Esta medida preventiva de la Alianza Atlántica no ha sido bien acogida por Moscú, que prefiere la actuación de la ONU.

El Grupo de Contacto formado por EE UU, Rusia, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, convocó a Belgrado y a los independentistas albaneses de Kosovo en la localidad de francesa de Rambouillet el próximo sábado, para que cesen las matanzas en Kosovo. El pasado fin de semana, la OTAN delegó en su secretario general, Javier Solana, para que ordene el ataque aéreo contra objetivos serbios si Belgrado no responde a las exigencias de la comunidad internacional.

Por otro lado, la OTAN planea una línea de actuación en caso de que las partes del conflicto alcancen una solución negociada. Una fuerza terrestre será «necesaria», consideró Solana el pasado domingo, y añadió que desea la participación de Rusia. Solana indicó ayer en Berlín que el número de soldados posibles que se desplazarían a Kosovo sería de 30.000 para garantizar la aplicación de un acuerdo de paz.

Poco después se anunció que el Ejército federal alemán pondrá a disposición de la ONU un contingente de entre 4.000 y 5.000 soldados, según indicó el secretario de Estado del Ministerio de Defensa, Walter Kolbow.