Mitín de Pablo Casado en Palma.

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El presidente del PP, Pablo Casado, trasladó este miércoles a Palma ante 1.500 simpatizantes de la formación el discurso que lleva repitiendo durante toda la campaña electoral: o se echa a Pedro Sánchez de La Moncloa o España se rompe. «Estáis en el lado correcto de la historia», señaló a los militantes. Pero en su intervención al aire libre en Dalt Murada añadió una particularidad. «No voy a permitir que os convierten en un apéndice de los Països Catalans».

El dirigente ‘popular’ alertó de que el PSOE balear, con Francina Armengol a la cabeza, tiene una «agenda de ruptura muy clara» pero frente a ello señaló que el PP defiende que Baleares es España «y aquí queremos vivir en concordia y en libertad».

Casado explicó, por ejemplo, que si el PP gana las elecciones, el conocimiento del catalán en la sanidad no será un requisito. «¿Qué está pasando en Baleares para que se estén yendo los médicos?», se preguntó. Pidió a los partidos de izquierda que dejen de «poner barreras», aseguró que buscan que a la administración «solo entren los suyos» y afirmó que eso conduce «a la endogamia», que es el primer paso que lleva «a la corrupción».

Casado se refirió a las políticas «en contra del turismo» de los partidos de izquierda y señaló que la turismofobia acabará en cuanto el PP llegue al poder. «La turismofobia se va a erradicar porque al turismo hay que ponerle alfombra roja».

«En los últimos seis meses he venido siete veces porque tenéis un mal gobierno y porque quiero que sepáis que en la Península tenemos claro que Baleares es especial y que no se entiende España sin Baleares», dijo Casado. El presidente del PP se mostró convencido de que en breve volverá de nuevo a las Islas. «Volveré a Palma en verano a despachar con el Rey en Marivent como presidente del Gobierno. Viva el Rey», afirmó.

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También mencionó el portaaviones anclado en la bahía de Palma y consideró curioso que la «progresía naftalinada» esté en contra de su presencia.

El líder ‘popular’ centró su discurso en atacar la política de Pedro Sánchez y su «pacto» con los independentistas, y le reprochó que viajara a Palma en avión privado cuando la semana pasada él estuvo en Menorca e Ibiza en vuelos de línea. «No se quiere mezclar con la gente porque teme reproches por venderse al independentismo». Con la Seu de fondo, el líder del PP recurrió al incendio de Notre Dame y lo comparó con lo que ha hecho la izquierda estos años con la Constitución. Afirmó que ha costado años construirla «y en solo nueve meses vienen y la destrozan».

También aprovechó su acto político en Palma para insistir en su petición de hacer un debate cara a cara con Pedro Sánchez e ironizó con el hecho de que el presidente del Gobierno se encontrara dando un mitin apenas a un kilómetro de donde estaba él mismo. «He tenido que venir hasta Palma para ver si quería hacer un cara a cara. Yo sí estaré en todos los debates que me digan», añadió.

El aspirante a La Moncloa aprovechó su presencia en Palma para desarrollar las propuestas del PP en materia de vivienda. Anunció un paquete de exenciones y de deducciones fiscales para fomentar el alquiler y planteó un decálogo de medidas en contra de la ocupación ilegal de pisos que incluyen penas de cárcel.

Previamente, Gabriel Company criticó al Govern de Armengol porque solo se dedica «a perseguir» a los que no piensan como ellos y también alertó contra partidos de Baleares que quieren dinamitar la convivencia con la convocatoria de referéndums. La candidata Margalida Prohens pidió el voto para Pablo Casado porque será «la única manera de echar a Pedro Sánchez de La Moncloa».