Peter Germann, director general de Domus Vivendi, tiene claro que la sostenibilidad es compatible con la construcción. | Aina Ambrosio

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Peter Germann es junto a su compañero Alexander Beulich el representante de la promotora Domus Vivendi. Es un apasionado de su trabajo y un ferviente defensor de la necesidad de aplicar el sentido común en todos los ámbitos, también el urbanístico.

¿Tiene solución el problema de la vivienda en Balears?
Es un problema endémico y complejo. Solución sí tiene si hay voluntad, previsión y se ponen medios. Está en la agenda de todos los partidos políticos, pero sigue sin resolverse en Balears y en muchos otros sitios. Según el prestigioso bufete Uría Menéndez harían falta entre 16.000 y 18.000 viviendas en Balears para satisfacer la demanda. El crecimiento poblacional ha sido también notable y continúa al alza.

¿Puede compatibilizarse la necesidad de construir vivienda con el necesario respeto al medio ambiente?
Sí, aunque es lógico que deben existir limitaciones.

¿Cuál sería su receta?
Lo que se debe hacer en primer lugar es operar con el suelo actualmente disponible, trabajar con los parámetros que prevé la actual ley de suelo. Hay que trabajar con densidades, volumetrías, alturas... El problema número 1 es la falta de suelo. Igual de importante es agilizar y racionalizar tramitaciones administrativas para licencias. El nuevo modelo de vivienda a precio limitado podría tener un papel importante. También el aumento del parque de vivienda social.

¿Bajará el precio de la vivienda a corto o medio plazo? ¿Y el del alquiler?
De momento, no lo veo. La demanda quizás en algunos pocos lugares ha bajado ligeramente, pero en general no, y no ha supuesto una disminución de precios.

¿Con la actual coyuntura económica, con la previsible rebaja de los tipos de interés a corto plazo, es el momento de comprar o alquilar?
Depende de las circunstancias de cada persona. No hay una respuesta única y evidentemente el factor económico es decisivo. En España existe además una firme cultura de la propiedad que choca con la realidad económica de muchas personas. La necesidad de conseguir la entrada dificulta la compra de una vivienda. Hay que tener, como mínimo, entre el 20% y el 30% del valor de compra de la vivienda. Y en las actuales circunstancias no es fácil. En Europa hay, aparte de la economía familiar, una cuestión cultural que provoca que haya ciudadanos que apuesten por el alquiler. Por otra parte, hay que considerar que los alquileres han subido mucho.

Hay dos debates que están sobre la mesa de forma permanente, ¿debe limitarse la compra de vivienda a extranjeros? ¿Hay que limitar más el alquiler vacacional?
Culpabilizar al comprador extranjero de la falta de vivienda es ignorar la realidad, es un argumento populista que se reproduce en diferentes países. Es un recurso fácil culpabilizar al que viene de fuera. El mercado de la vivienda en Balears está muy diferenciado. El comprador extranjero no es el competidor natural del mercado de la primera residencia. Respecto al alquiler vacacional, es un tema complicado. Ante la acuciante falta de vivienda accesible, por un lado, el atractivo turístico y en consecuencia la absorción de muchas viviendas para fines comerciales o turísticos por el otro, considero que es necesario regular el número de alquileres vacacionales.

¿La construcción es compatible con la sostenibilidad?
Claro que la construcción es compatible con la sostenibilidad. Nosotros creamos hogares para vivir y disfrutar.

¿Es necesario crear más suelo urbano?
La preservación de nuestro entorno natural es importante para poder garantizar, también en el futuro, nuestro bienestar y el atractivo de Balears. En este sentido debe prevalecer el medio ambiente ante el hambre de urbanizar. Y lo digo desde mi visión de promotor inmobiliario. Es una cuestión muy sensible. Lo primero que debería hacerse es optimizar el suelo urbano que ya tenemos con las actuales herramientas urbanísticas: densidades, volumetría, alturas... El Govern ha adoptado ya algunas decisiones en este sentido. Son medidas urgentes, que inician un camino. El concepto de la vivienda de precio limitado me parece muy interesante.