PALMA - ECONOMIA - La banca es optimista, pero vigila la morosidad. Los máximos directivos en Balears destacan la buena temporada turística y la fortaleza de la economía, aunque se muestran cautos ante la posibilidad de que aumenten los impagos. De izquierda a derecha, Gabriel Bauzá, director general de Colonya Caixa Pollença; Celia Torrebadella, directora territorial de Banco Santander en Balears; Joan Garí, director territorial de Balears de banca comercial y privada de Banca March; María Cruz Rivera, directora territorial de CaixaBank en Balears; Carmen Serra, presidenta del Grup Serra; Bartomeu Matemales, director regional de Banco Sabadell en Balears; Paula Serra, directora de medios audiovisuales del Grup Serra y editora de El Económico; Pedro Rullán, consejero delegado del Grup Serra y Jaume Julià, director territorial de Balears de Cajamar. | Pere Bota

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La banca exhibe prudencia. Siempre. Sin excepciones. Fue en junio de 2015 cuando El Económico reunió por primera vez a los máximos responsables de los bancos con presencia en Balears. Jaume Julià, director territorial de Cajamar en Balears; Antoni Serra, director territorial de BMN-Sa Nostra; Lluís Ramis d’Ayreflor, director de Relaciones Institucionales de Colonya Caixa Pollença; Ignacio Alcaraz, director territorial de Banco Santander en Balears; Alberto del Cid, director del Área Financiera y de Medios de Banca March; Pedro Ballester, director regional de Banco Sabadell, y Xicu Costa, director territorial de La Caixa en Balears no dudaron en reclamar estabilidad, al tiempo que apostaban por el turismo como motor de la economía. Desde entonces, los cambios han sido numerosos en las entidades, aunque sin duda el más significativo es la absorción de la entonces BMN-Sa Nostra, más tarde Bankia, por parte de CaixaBank.

En 2016, hubo coincidencia en asegurar que la salida de la crisis era ya un hecho, explicaban que los tipos de interés tan bajos dificultan el negocio bancario, pero ninguno pronosticaba una subida a corto plazo. En 2017, con la polémica suscitada por la salida de la sede central de CaixaBank de Catalunya, los directivos de la banca en Balears apostaban por el sentido común. Reclamaron estabilidad, al tiempo que auguraban que los tipos de interés continuarían bajos. Además, explicaron que la digitalización es obligada, aunque dejaron claro que no renuncian a ofrecer al cliente proximidad y especialización.

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Un año después, la banca se mostraba confiada en la economía de Balears, al tiempo que aseguraban que la solvencia de las distintas entidades financieras estaba fuera de toda duda.
En 2019, los directivos de la banca en Balears restaban importancia a la desaceleración, aseguraban que las Islas no entrarían en crisis y se mostraban optimistas, pero prudentes.

La pandemia, evidentemente, marcó la reunión de septiembre de 2020. El encuentro estuvo marcado por el uso de mascarillas y la distancia entre los comensales. Estuvieron de acuerdo en la necesidad de controlar la pandemia como primer paso para pensar en la recuperación total de la economía, que había estado casi paralizada por completo durante meses. Aseguraron que el turismo era la gran apuesta para superar el mal momento, al tiempo que alababan las medidas de ayuda a la economía como los créditos ICO y los ERTE aprobadas por el gobierno central. Además, coincidían en señalar que el turismo debía ser más sostenible en el futuro.

Un año después, en octubre de 2021, la banca transpiraba optimismo. La campaña turística, aunque lejos de la normalidad, había sido buena y hacía consenso en señalar que la recuperación se había iniciado. Los directivos bancarios se mostraban confiados en que los fondos europeos sirvieran para transformar las Islas. Además, no descartaban nuevas fusiones, al tiempo que pronosticaban más cierres de oficinas.

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El Encuentro de 2022 estuvo marcado por una buena temporada turística. Los directivos exhibieron cautela y tranquilidad, al tiempo que descartaban por completo la posibilidad de que Balears entrar en recesión. Analizaron también la subida de tipos y explicaron que la inmensa mayoría de clientes paga una cuota fija. Aseguraron que la situación de familias, empresas y entidades financieras era entonces mucho mejor que al inicio de la crisis de 2008.

Finalmente, la reunión del pasado 2023, celebrada en septiembre, sirvió para que los directivos de las principales entidades financieras de Balears destacaran la excelente temporada turística y la fortaleza de la economía de las Islas. Mostraron también su intranquilidad ante la posibilidad de un incremento de la morosidad, si bien aseguraron que, al menos de momento, está controlada.