Antoni Costa asegura que el turismo no debe demonizarse. | DAMIÀ PROHENS / GOIB

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1.- De la encuesta se desprende que los mallorquines estamos orgullosos de serlo pero que tenemos miedo a perder nuestro paraíso. ¿Está de acuerdo?
Claro que es normal tener temor a que se pierda el paraíso en el que vivimos. Yo, que soy ibicenco, comparto ese miedo. Por eso desde las administraciones tenemos el deber de hacer todo lo posible para mantener la prosperidad económica y hacerlo de forma sostenible, de tal manera que aseguremos el futuro de nuestro paraíso. Y por supuesto, manteniendo el orgullo de ser de donde somos.

2.- La sostenibilidad es el eje que más inquieta a los ciudadanos de Mallorca. ¿Qué medidas pueden implementarse para convertir la Isla en un modelo a imitar? ¿Estamos en el camino?
La sostenibilidad es un eje fundamental de cualquier acción de gobierno. Y aquí no importa el color político, porque estamos hablando de nuestro futuro y el de nuestros hijos, nuestros nietos… Debemos, como decía antes, ser capaces de compaginar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente.

3.- Una importante masa crítica de los encuestados se muestra favorable al progreso, pero matiza que no a toda costa ¿Qué le sugiere esta idea?
Quizás dentro de 25 años se hablará de muchas cuestiones que hoy en día ni se plantean. Por esto los políticos, los gobiernos, tienen que adaptarse a las necesidades y nuevos debates que surgen en la sociedad con el paso del tiempo. Unos cambios que deben darse priorizando la total libertad de los ciudadanos, pero desde una perspectiva moderada y tranquila.

4.- La robótica y la inteligencia artificial se abrirán camino en los próximos años, pero nadie se atreve a asegurar si será para bien o para mal. ¿Cuál es su opinión?
Soy de los que piensan que las administraciones tienen que aprovechar todo el potencial que ofrecen estas herramientas. Tanto la robótica como la inteligencia artificial tienen múltiples aplicaciones muy positivas para mejorar sectores como el turismo o la sanidad, y también pueden modernizar nuestro tejido productivo, aumentando su competitividad frente al sector empresarial de otras comunidades autónomas.

5.- La saturación turística se perfila como el gran reto del futuro a 25 años. ¿Deben establecerse límites? ¿Cuáles? ¿Cómo?
Es verdad que durante los meses de verano existe una cierta presión, pero creo que el turismo no es el único culpable, no se le debe demonizar. Uno de los ejes de los sucesivos gobiernos tiene que ser, sobre todo, combatir la oferta turística ilegal, además de avanzar en la desestacionalización, ya que esto repercutirá en una menor sensación de saturación para los residentes. Tanto yo, como mi partido, somos conscientes de que no se puede crecer ilimitadamente, y de hecho nunca ha sido nuestra voluntad. No se debe apostar por el decrecimiento, pero tampoco por el crecimiento desmesurado, y encontrar y consensuar ese equilibrio tiene que ser una absoluta prioridad, ya que hablamos del sector económico más importante de nuestra Comunidad Autónoma.

6.- Regulación e integración son las soluciones que aportan los encuestados para la inmigración
Es lógico que el contexto internacional actual lleve a este tipo de debates. Pero esto no va de izquierdas ni de derechas, la inmigración ilegal es una problemática que requiere una perfecta coordinación entre las diferentes administraciones implicadas para gestionarse de forma eficiente y ordenada, especialmente en lo que se refiere a la lucha contra las mafias. Y pienso también que se debe facilitar la integración de las personas y familias inmigrantes en nuestra sociedad. No puede ser que se conviertan en un grupo vulnerable a la exclusión.

7.- Educación, vivienda, burocracia, seguridad jurídica, desindividualización son algunas de las dificultades de la sociedad actual que se proyectan a 2048. ¿Cuál le preocupa más?
Sin duda el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas para el conjunto de la ciudadanía. El encarecimiento constante de los precios hace en muchos casos imposible poder construir un proyecto de vida, por esto es importante dar seguridad jurídica y desburocratizar el proceso, dos medidas que ayudarán a aumentar la oferta y, en consecuencia, reducir los precios. La ciudadanía no tiene que ver a la administración como una traba, que es lo que sucede hoy en día.

8.- De la encuesta se percibe un desanimo generalizado a la hora de encontrar soluciones. ¿Cree usted que Mallorca tiene solución a 25 años vista? ¿Qué acción sería prioritaria?
Si hay algo que me defina es que soy muy optimista en dar con las soluciones adecuadas para los problemas de la ciudadanía. Es mi vocación hacerlo. Por tanto, rotundamente sí: hay solución a 25 años vista, sin duda. Y creo que la reducción del alto coste de la vida que existe hoy en día en las Illes Balears es una de las acciones prioritarias que se debe abordar desde múltiples parámetros. Por ejemplo, y como comentaba anteriormente, legislar para bajar los precios de la vivienda (tanto en régimen de compra como de alquiler), conseguir una mejor financiación autonómica por parte del Estado, llegar a un acuerdo con Bruselas para flexibilizar el límite de ayudas para las empresas de Balears que exportan su producto, o aprovechar los tiempos de bonanza económica para aumentar la renta disponible de los ciudadanos.