Antoni J. Sintes Pons.

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El que fuera presidente de la CAEB en Menorca durante diez años, Antoni J. Sintes Pons, con una larga trayectoria empresarial al frente de diversos sectores como el calzado, la metalurgia, el agrario o el manufacturero, lleva dos años, desde que se jubiló y se retiró de la vida pública, analizando el coste energético que soportan las empresas de Menorca.

¿Es verdad que la industria local paga un coste elevado por la energía que consume?
Así lo demuestran los datos que he podido obtener. En relación con las otras islas del archipiélago, las empresas de Menorca están soportando un gasto energético que puede suponer entre un 5% y un 10% ponderado, una cifra que pesa demasiado en una cuenta de resultados. Si lo añadimos al factor de la doble insularidad de aquellas industrias manufactureras que importan y exportan, estamos asistiendo a un escenario de clara pérdida de competitividad.

¿En qué datos se basa?
Tomando como referencia el consumo eléctrico de Menorca según las cifras de facilita el IBESTAT, estaríamos hablando aproximadamente de unos 500.000 megavatios, que a un precio ponderado de 0,15 kilovatio hora vendría a ser 75 millones de euros al año de gasto energético. Este elevado coste energético está mermando posibilidades, al que se suma el entorno de recesión que estamos viviendo.

¿Por qué cree que se produce?
Por diversos factores. Primero porque estamos hablando de un régimen monopolístico insular, pese a la liberalización teórica del año 2003 que da como resultado que Menorca se haya convertido en el lugar de España que paga la energía más cara. Segundo porque las empresas generadoras y de distribución eléctrica pueden estar teniendo un sobrecoste por el azote climático del salitre que sufren las líneas, si bien se han acometido inversiones de mejora. Y por último, la falta de competencia y alternativas energéticas que no están llegando.

¿A qué se refiere?
Lo expresaba muy claramente Gabriel Sampol la semana pasada en la columna de opinión de este mismo periódico. ¿Por qué Menorca no dispone de gas natural? Es urgente resolver esta discriminación insular respecto a Mallorca y Eivissa, que no solo perjudica a las empresas sino que también se extiende al ciudadano. Tal y como comentó Sampol en la comida del Cercle d’Economia de Menorca el jueves pasado, la implantación de una nueva planta generadora de electricidad con energías limpias y eficientes como el gas natural, podría hacer rebajar la factura entre un 30% y un 40% a empresas y consumidores.

¿Cómo lo haría?
La planta de generación eléctrica de esta empresa mallorquina solo puede funcionar con gas natural para que la fabricación del kilovatio pueda salir a un precio competitivo. La inversión de unos 40 millones de euros que Sampol ha prometido hacer en Alaior si el gas natural llega a la isla, supondría una revolución energética en Menorca porque provocaría un cambio en la situación actual de un único competidor de producción. Es incomprensible que el gasoducto todavía no esté llegando a Menorca cuando ya lo ha hecho a las otras isla. Es una obra que debería acometer el gobierno central.


¿Hay una falta de suministro eléctrico?

Si la segunda fase de ampliación del polígono industrial de Alaior estuviera en marcha, no podría funcionar porque la potencia de suministro eléctrico sería insuficiente. La generación de electricidad con centrales de fuel-oil está obsoleta y Menorca, como reserva de la Biosfera, se merece energías más limpias y eficientes.

Pero nuestra economía crece, aunque sea tímidamente.

Parece que nuestra economía esté creciendo un 1 por ciento pero, por otro lado, vamos trasvasando personas al subsidio público. No somos conscientes de que la energía es fundamental para el futuro de nuestra economía y que, mientras tanto, se está sufriendo una desindustrialización progresiva.

¿Existe un desequilibrio?
Desde luego. En Alaior, por ejemplo, donde he estado vinculado a su vida económica, antes existían unas 30 empresas de calzado y ahora únicamente una. En Menorca tenemos un desequilibrio entre lo que producimos y lo que gastamos. El sector público ha crecido mucho, el sector turístico solo dispone de tres meses a pleno rendimiento, y el sector industrial está sobreviviendo como puede. Veo que se está frenando el crecimiento cuando se debería consensuar un plan de reindustrialización entre el sector público y privado para evitar un deterioro progresivo de la economía menorquina.

¿Y cómo suplir estos costes de insularidad?
Hace años que defiendo la falta de un Régimen Especial para las Illes Balears verdadero, que compense estos costes de insularidad que afectan a servicios básicos como la energía.