Marala se despide del público mallorquín con un gran ‘show’ en Es Gremi

El concierto de ayer era el último que el trío formado por la mallorquina Clara Fiol, la valenciana Sandra Monfort y la catalana Selma Bruna ofrecía en la Isla

El trío formado por Clara Fiol, Sandra Monfort y Selma Bruna dijo adiós a sus seguidores. | T.Ayuga

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Era sabido, desde hace ya varias semanas, que el concierto de ayer en Es Gremi era el último de la gira Jota de morir (Propaganda pel Fet!, 2022) de Marala, pero lo que tenía que ser una despedida temporal, por decirlo de alguna manera, se convirtió en el adiós definitivo del trío.

Por eso, no es de extrañar que los últimos tres conciertos del grupo formado por la mallorquina Clara Fiol, la valenciana Sandra Monfort y la catalana Selma Bruna hayan levantado tanta expectativa y sus fans no hayan querido perderse la última oportunidad de ver la girl band. De hecho, en Barcelona tuvieron que añadir una segunda cita para El Molino. Aunque no fue el caso de Mallorca, Es Gremi recibió a Marala con su mejor energía.

Puesta en escena

Y es que Marala no se sube simplemente al escenario, sino que lo hace vibrar con su puesta en escena artística, que cuida todos los detalles, desde el vestuario hasta la iluminación y la coreografía. El trío de artistas derrochó talento con un show preparado al milímetro y que, sin embargo, también se antoja fresco, espontáneo, muy conectado con el público.

El espectáculo fue un repaso exhaustivo de Jota de morir, con éxitos como Canteu a l’albat, Nocturno o Testament, pero también Copeo, una versión feminista y desenfadada de la tradicional danza mallorquina en la que se ponen de manifiesto las violencias que se infligen a las mujeres.

De hecho, el último tema que lanzó Marala, de forma simultánea al anuncio de su disolución, fue Copeo traïdor, un remix en el que contaban con la colaboración de la artista Queralt Lahoz. Así pues, un final muy musical y festivo para despedir a una de las bandas más interesantes de la escena catalana y mallorquina de los últimos años. Y aunque ellas insistan en que es un adiós definitivo, como suele decirse, nunca digas nunca.