Los actores Zoe Stein (izquierda) y Lluís Homar posan con la directora Lucía Aleñar. | Mónica Leek

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Arranca el rodaje de Forastera, la ópera prima de la directora mallorquina Lucía Aleñar Iglesias (1993), que estrenó el cortometraje homónimo en la Semana de la crítica del Festival de Cannes. El largometraje de esta historia sobre duelo e identidad se rodará hasta el 10 de mayo en diferentes localizaciones de los municipios de Alcúdia y Pollença.

Protagonizada por Zoe Stein (Mantícora, 2022; La chica invisible, 2023) – quien también protagonizó el cortometraje – y Lluís Homar (Los abrazos rotos, 2009; La mala educación, 2004), el elenco cuenta también con las actrices Núria Prims (Incerta Glòria, 2017), Marta Angelat (Polseres Vermelles) y actor sueco Nonni Ardal (Evil).

Ariadna Dot, Marta Cruañas, Tono Folguera, Cesc Mulet, Montse Rodríguez, Oliver Guerpillon y Marta Requera producen Forastera, que cuenta con un equipo técnico en el que figuran la directora de fotografía Agnès Piqué (La imatge permanent), el montador Jaume Martí (La Sociedad de la Nieve), la directora de arte mallorquina Gala Seguí (The Human Hibernation), el jefe de vestuario Pau Aulí (La Abadesa), la jefa de sonido Nora Haddad (Alteritats), el ayudante de dirección Dani Torrejón (Quest) y la directora de producción Bàrbara Ferrer (El ventre del mar).

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Forastera es una coproducción hispano-sueca donde participan las productoras catalanas Lastor Media y Vilaüt Films, la productora mallorquina La Perifèrica Produccions y la productora sueca Fox In the Snow. Forastera cuenta con la participación de TV3, IB3 y Filmin y el apoyo de ICAA, ICEC, Fundació Mallorca Turisme – Mallorca Film Comission, Creative Media Europe y el Swedish Film Institute. Rodada en catalán, la película ha participado en el programa Residencias de Cannes (Cinéfondation) y en dos ediciones del laboratorio Next Step impulsado por la Semana de la Crítica del Festival de Cannes.

Sinopsis

Catalina verá cómo sus vacaciones quedan trastocadas dramáticamente a raíz de la muerte de su abuela, que solo ella presencia. Un gesto casual —vestir las prendas de la difunta— se convertirá en la puerta de entrada a un mundo fantasmagórico que llevará a Catalina a ocupar literal y figuradamente el espacio dejado por la abuela, un hecho que provocará un terremoto emocional entre aquellos que la quieren.

Según Aleñar, Forastera «explora el dolor dentro de un núcleo familiar donde la jerarquía se descoloca y los personajes tendrán que buscar un nuevo status quo». «Con Forastera quiero indagar en los peligros y virtudes de estas proyecciones a través de un personaje adolescente como lo es Cata – una chica que se está buscando a sí misma y encuentra un camino a través del personaje de su difunta abuela. Es un personaje que deambula, un tanto invisible en su entorno y que busca ser vista. Cuando la curiosidad le puede y empieza a encarnar a su abuela, primero con sus vestidos, copiando sus gestos, se encuentra con la mirada de su abuelo. Apoderándose de esta nueva identidad va ganando una falsa sensación de control y pertenencia. Se refugia en este juego imaginario y nostálgico y va perdiendo la noción de lo que es real y lo que no», detalla la directora.

Aleñar añade que, a través de este filme, «quiero jugar con la figura del fantasma que conocemos todos en el cine de género, que suele ser algo metafísico, descontrolado o incluso vengativo». «En Forastera los fantasmas son parte del duelo de los mismos personajes. Quiero explorar estas creaciones que ellos mismos generan en principio para sanar y cómo pueden evolucionar y distorsionar la realidad que viven», concluye.