Imagen promocional de la banda mallorquina Toc de Crida. | R.C.

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La banda Toc de Crida irrumpió a finales de 2023 en el panorama musical con su disco homónimo, en el que reinterpretan el folclore mallorquín y lo fusionan con sonidos de otras latitudes, con el objetivo de conservar, divulgar y modernizar los instrumentos de la tradicional ‘colla de xeremiers’. La banda, liderada por Pau Mas, actúa este sábado en el Teatre Mar i Terra de Palma, inaugurando el ciclo Concerts 100% de PalmaCultura, y mañana en S’Acadèmia de Algaida.

¿Qué tendrán de especial estos conciertos?
— En ambos, podremos proyectar los dibujos que Tònia Bauçà nos hizo para ilustrar las canciones del disco. Además, será la primera vez que actuemos en un teatro, y ello nos permitirá hacer un concierto reposado, explicando un poco más las canciones que cuando tocamos en una fiesta popular. El domingo, será un concierto de alta proximidad, muy cerca del público, y además nos abrirán Natàlia Tascón y Delfí Mulet, con su proyecto Vuit.

¿La música de Toc de Crida es para escuchar o para bailar?
— ¡Para las dos cosas! Es cierto que el folclore está muy vinculado a la fiesta popular y al baile, pero también se puede paladear. Nosotros, sea como sea, nos adaptamos a ambos formatos y a diferentes espacios, y siempre intentamos transmitir buen rollo, emoción y amor por la música y por nuestras raíces. Nos encanta dar visibilidad a nuestros instrumentos tradicionales y contemporizarlos.

¿Cómo ha sido la recepción del disco desde su lanzamiento?
— La verdad, está teniendo muy buena acogida y cosechando cierta repercusión en el circuito folk de fuera de la Isla. Nos han hecho reseñas en publicaciones de la Península e incluso de otros países. En Mallorca, mucha gente nos ha dicho que ha escuchado el disco y, lo que es más importante, vemos que está llegando a personas que no sabían que les gustaba este tipo de música. Estamos conectando con gente ajena la música tradicional.

¿Cómo está actualmente el panorama de la música tradicional en Mallorca?
— Hay mucho trabajo por hacer. Es cierto que se hacen muchas ‘ballades’, pero no se puede decir que tengamos un circuito de folk realmente sólido, como sucede en Cataluña, Galicia, Asturias o el País Vasco. En estos lugares, no tienen que recuperar su música tradicional, porque nunca la dejaron morir y siempre le han dado la importancia que merecea.

¿Hay más conciertos en el horizonte?
— Sí, ahora arrancamos una temporada en la que actuaremos bastante. El 18 de marzo tocamos en la Feria Medieval de Capdepera y el 1 de junio en Sóller, sin ir más lejos.