El artista Rafa Forteza inaugura este viernes en Tube Gallery. | Pere Bota

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«Invéntate y vuelve a inventarte, cambia tanto de tono y forma que no puedan encasillarte jamás». Son palabras de Charles Bukowski que Rafa Forteza (Palma, 1955) tiene cuidadosamente anotadas en una libreta que le sirve de guía para su nueva exposición: Etimologías. El proyecto, que se compone tanto de dibujos como cuadros y esculturas de Forteza realizados a lo largo de treinta años, es el que estrena el año de la Tube Gallery, espacio que abrió sus puertas el pasado verano en el barrio palmesano de Pere Garau y que dirige el artista sueco, criado en la Isla, Axel Balazsi. La inauguración es este viernes a las 18.00 horas y la exposición podrá verse hasta el 23 de febrero.

«Fíjate que la palabra ‘encasillarte’ se compone de ‘si calla’, es decir, ‘callas’. Así que es el otro que te encasilla, no eres tú», reflexiona en torno al discurso de Bukowski. Pero en su cuaderno hay muchas otras notas, como: «Hay algo en mí; no sé lo que es, pero sé que está en mí», de Whitman o la respuesta de Picasso a un periodista que le cuestionó su distorsión de la realidad, a lo que el genio le respondió «por qué si todo el mundo habla y genera la realidad yo no puedo generar la mía?».

Sin embargo, hay otras que pertenecen al propio imaginario de Forteza, obsesionado con descomponer las palabras en diferentes significados. En su mente, por ejemplo, el concepto ‘almacenar’ bien podría referirse a ‘llevar el alma a cenar’ o, lo que es lo mismo, alimentar el alma. Todas estos experimentos lingüísticos y simbólicos son los que nutren su muestra en la Tube Gallery, comisariada por Esmeralda Gómez, en la que «se presta atención a los cambios en el lenguaje de Forteza a lo largo de treinta años de producción».

Etimologías

«Al título Etimologías le añadiría el subtítulo Negro más negro, negro, que viene de una teoría de Goethe que me marcó bastante. Cuando estaba a punto de morir, exclamó ‘Luz, más luz’. En ese momento en el que se le iba la vida, necesitaba más claridad, pero era más como estigma o un sello que como palabra. Es el poder del símbolo lo que me interesa», puntualiza.

«En una muestra de Es Baluard aparecía el término ‘máscaras’. Dentro de la propia palabra estaba el sustento de ‘más caras’, es decir, más perfiles, más visiones. No se trata de controlar una mirada, sino comprender que una mirada es el principio de muchas, que se pueden expresar. Sobre todo, hay una frase que marca el camino: estar frente a. La gran fuerza del espectador es estar frente a, es lo único que lo dignifica. Y no se trata de un concepto espacial, sino de enfrentamiento, de estar ante una canción, ante un cuadro o una acción, o rodeando una escultura. Es esa gran fuerza y libertad que se encuentra fuera del contexto del creador. El espectador no puede nunca obviar el hecho de que al estar en frente un hecho acabado tú cierras el círculo, porque se te engrandece, se crea como si fuera único para ti. Es como abrir un libro: lo lees a tu ritmo, a tu pulso y, de pronto, te llena», matiza. Asimismo, otra idea que planea sobre la exhibición es la de circularidad.

«Quería volver al concepto de círculo. Cada vez que estableces un punto en un círculo, estás generando el principio y el final al mismo tiempo. Es como en la vida: el hoy, lo que nosotros llamamos presente, pasa a ser pasado en milésimas de segundos. Eso mismo ocurre con el círculo y compone la tensión. Generamos nuestra propia historia para no olvidarla ni repetirla», razona.

Maestros

Curiosamente, Forteza conoce desde hace tiempo a Balazsi, director de Tube Gallery, con quien ha trabajado desde hace tiempo, aunque Forteza rechaza referirse a él como «maestro». «Siempre he creído que los maestros tienen que estar muy distantes de ti, porque lo que interesan son los resultados y enseñanzas, no su persona, porque entonces es un estado de inferioridad respecto al maestro, no es positivo».

Sobre que Pere Garau tenga por fin una galería, el artista confiesa que «Pere Garau no es el que yo conozco, pero tuve mi estudio aquí durante diez años. Mi última muestra fue Piedad, ‘el pie de la edad’ y, al ponerlo con el símbolo de pi, me daba la relación con el círculo».