Pedro Vidal posa para este periódico. | Teresa Ayuga

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No esperaba estar «al otro lado» y, de hecho, la propuesta y su decisión fueron «de un día para otro, fue todo muy rápido y muy positivo». Hablamos de Pedro Vidal (Palma, 1968), artista visual y abogado del Estado que el paso verano fue fichado por el Govern balear como director general de Cultura de la Conselleria de Turisme, Cultura i Esports, que comanda Jaume Bauzà. Tres meses después, en octubre, pasó a ocupar el cargo de secretario autonómico de Cultura i Esports. Reconoce que sus proyectos no son «tan llamativos» como los del Consell de Mallorca o el Ajuntament de Palma, pero su competencia se articula a través de tres grandes instituciones: la Orquestra Simfònica de les Illes Balears, el Institut d’Estudis Baleàrics (IEB) y el Institut d’Indústries Culturals (ICIB). Un «reto» con el que se muestra «entusiasmado», confiesa en esta entrevista en la que avanza sus planes al frente de este negociado.

¿Cómo llega Pedro Vidal al mundo de la política?
Me llegó como en las películas, con una inesperada llamada del conseller Jaume Bauzà. No sé cómo llego mi nombre a su mesa, pero me llamó una mañana y ese mismo día me hizo una propuesta y acepté. Primero me reunió con él y después con la presidenta [Marga Prohens], y todo fue fantástico.

Primero director general de Cultura, ahora secretario autonómico de Cultura i Esports.
El cambio fue precisamente por la confianza que me transmitió el conseller Bauzà. Faltaba la figura de secretario autonómico para coordinar el nuevo equipo, que ahora se ha completado con Ricarda Vicens como directora general.

¿Por qué aceptó este reto?
Porque es una oportunidad increíble; desde el otro lado, como artista y gestor cultural, lo ves de una manera y piensas ‘si yo estuviera ahí haría esto o lo otro’, y ahora es una realidad. Desde mis primeras reuniones con el sector extraigo una petición: es muy simple, piden que se les escuche.

Ahora que lleve unos meses en el Govern, ¿cuáles serán las principales líneas de trabajo?
Las primeras líneas de actuación pasan precisamente por tener encuentros con el sector, ha sido intensísimo y ya empieza a dar sus frutos. Lo que me sorprendió es que se asombraran de la accesibilidad que pueden tener con nosotros. Nos hemos entendido tras meses de reuniones intentando solucionar los problemas reales que había, sobre todo con el ICIB y ahora es cuando vamos a poder empezar a diseñar las líneas de trabajo. Lo primero que hay que hacer es redefinir las ayudas que damos al sector, era necesario, y dejar claras las competencias del IEB y el ICIB para no chocar. Cada ámbito tiene su reivindicación, desde el musical hasta el audiovisual.

El sector cultural no quedó demasiado satisfecho con las políticas culturales de los últimos ocho años. ¿Lo estarán ahora?
Reclaman que se les escuche, algo muy básico, que entendamos sus sensibilidades, sus necesidades y su realidad, y eso estamos haciendo aunque siempre se diga que un gobierno de derechas no se preocupa de la cultura, y para nosotros es una prioridad. Y en esa legislatura queremos dar la respuesta adecuada a sus reclamos. Hacer política cultural es muy bonito.

Una de las piedras en el zapato de la Conselleria siempre ha sido el ICIB. El sector, sobre todo el audiovisual, no está demasiado contento con su funcionamiento.
Ahora hemos sacado la convocatoria para cubrir la plaza de dirección-gerencia. Para la transición contamos con la anterior responsable [Cristina Llambías], era necesario. Los problemas del ICIB desembocaron en conflictos, sobre todo con el audiovisual, que pide seriedad y transparencia. Trabajar codo con codo es la única solución. Nos encontramos con problemas graves de las convocatorias de 2019 y 2020, y estamos a la espera del informe de los servicios jurídicos del Govern para solucionar ese tema. Si se resuelve, y así esperamos que sea, se nos abrirá un abanico inmenso en este sentido.

¿Cuándo habrá una nueva dirección en Es Baluard?
Ya hemos sacado el concurso para cubrir la plaza y espero que a principios de año se resuelva. Pusimos un plazo de 35 días hábiles para presentar propuesta, es un tiempo que consideramos necesario. Luego vendrá la parte de deliberación y eso dependerá del jurado, que todavía no está designado. Antes de que acabe ese plazo daremos a conocer al jurado.

Sa Llonja ha reabierto como espacio expositivo con Pedro Cabrita Reis. Hace poco vimos a Jaume Plensa visitando el edificio. ¿Será suya la próxima intervención allí?
No hay nada cerrado. La idea es que cada seis meses tengamos allí una exposición de un artista de prestigio y proyección internacional. La idea es respetar siempre el edificio, que sea lo más importante siempre.

La Orquestra Simfònica es el gran bastión de la Conselleria, pero su sede sigue sin terminarse. ¿Qué está pasando con la Caja de Música?
Cuando vimos que la obra no avanzaba hablamos con la constructora y reconoció que no podía finalizarla. Ahora hemos licitado de nuevo las obras y seguramente, en el mejor de los casos, estarán paradas unos seis meses. No hay fecha todavía prevista para inaugurar.

El acuerdo de gobierno con Vox, ¿afecta a su negociado?
En absoluto, no he recibido directriz ninguna. Nuestro esfuerzo se basa en ayudar al sector cultura, no hay más.

¿Cuál quiere que sea su huella dentro de cuatro años?
Me gustaría dejar una huella que vaya más allá de cuatro años. Estamos trabajando ahora en la Ley de Industrias Culturales, que puede ser algo muy positivo y de largo recorrido, y la de Mecenazgo y Audiovisual. Normativamente es muy importante y puede cambiarlo todo.