El fotógrafo Jean Marie del Moral y el escritor Sebastià Perelló firman 'Alenar dins el fang' (Ensiola), sobre el retablo de Miquel Barceló. | P. Pellicer

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Para el fotógrafo Jean Marie de Moral y el escritor Sebastià Perelló, en su intervención en la Capella del Santíssim de la Seu, Miquel Barceló elaboró una «teoría sobre la creación artística». En este sentido, sostienen que el punto de partida de esa «obra potentísima» –llevada a cabo entre 2001 y 2007– es hacer que el barro respire, es decir, insuflarle vida.

En 2017, para celebrar el décimo aniversario de esa obra cumbre en la trayectoria del de Felanitx, se llevaron a cabo una serie de conferencias que, ahora, seis años después se materializan en Alenar dins el fang (Ensiola). Se trata de un volumen en el que Del Moral y Perelló «ensamblan» sus lecturas a partir del retablo de Barceló. Lejos de ser un manual o un texto sobre la historia del arte, el libro se perfila como una reflexión poética centrada en dicha intervención, con palabras y también imágenes.

Un ensamblaje que, puntualizan los autores, se produjo a posteriori y de forma separada, paralela. «El libro es una conjugación de dos expresiones artísticas y hecho con total libertad. Hace muchos años que nos conocemos y hemos hablado en varias ocasiones del retablo de Barceló, pero lo divertido ha sido que la confluencia de las dos lecturas se haya producido de forma natural y separada, cada uno por su lado», afirman.

Miquel Barceló, fotografiado por Jean Marie del Moral
Miquel Barceló, fotografiado por Jean Marie del Moral durante su intervención en la Seu.

Ambos coinciden en que Barceló hizo de la Capella su cueva y laboratorio, su «lugar de metamorfosis». «Una cueva que, si te fijas, está inacabada, porque lo que hace Barceló es poner una piel en la capilla; una piel que parece estar a punto de agrietarse y que se ha acabado adhiriendo a la Catedral de una forma muy interesante. Es una idea que, a su vez, remite a Campins y la época de la intervención de Gaudí. Para ellos, la Seu era la casa de todos y eso es lo que precisamente hace Barceló», subraya Perelló.

Así las cosas, para el escritor y el fotógrafo, lo artístico y lo sagrado confluyen: «El proceso creativo tiene un carácter místico, son dos facetas inseparables. En general, la idea de la capilla es generar un foco de atención sobre un espacio sagrado a partir del arte contemporáneo. Es algo realmente importante y no desdice un proceso que se puede vivir como propio de la religión. Es como favelizar la capilla. Y Barceló lo lleva al extremo, al retorno a los orígenes, a los primeros gestos humanísticos».

Asimismo, este planteamiento se relaciona con la «precariedad permanente» que respira la Capella, una precariedad que, a su vez, está vinculada con la «fragilidad». «Todo gesto creativo es frágil y precario, está en riesgo de caer en el abismo o de sostenerse en un hilo, como esa ola de piel plegada», aclaran.

Sobre si hoy sería posible una intervención de esta envergadura, ambos coinciden en que sería «bastante complicado» y podría tratarse de una «confluencia excepcional e irrepetible». «Cuando se evocó el proyecto debió de dar mucho miedo, pero Gaudí lo hizo en su momento y ahora ya lo damos por hecho, prácticamente se ha fundido con la Seu, se ha imprimado. Lo interesante es cómo la Catedral absorbe todo esto», subrayan.

El apunte

La complicidad entre Del Moral y Miquel Barceló, en un filme

Cesc Mulet, de La Perifèrica Produccions, estrenará el año que viene el documental Del Moral Barceló, compàs de silenci. El filme repasará los 40 años de complicidad entre Jean Marie del Moral y Miquel Barceló. Una relación «excepcional» y «coherente» que ha crecido y han conservado en el tiempo.