El curador de la exposición Rolando J. Carmona en la Galería Baró. | Jaume Morey

TW
0

La Galería Baró de Palma abre sus puertas para acoger el arte del venezolano Eugenio Espinoza, uno de los mayores exponentes de la creación latinoamericana, con la exposición La Razón del Coco que se inaugura este sábado y estará disponible hasta el 3 de febrero de 2024. La muestra cuenta con la curaduría de Rolando J. Carmona y se basa en el concepto de tropicalización, una forma de entender «el orden que hay en el caos aparente» y que es heredero directo de las costumbres y el modus vivendi de Sudamérica.

La obra de Espinoza forma parte de algunas de las mejores colecciones de arte del mundo como la Tate Museum, el MoMA, el Miami Art Museum o el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo. Se trata de la primera exposición que lleva a cabo en Mallorca y se podría resumir bajo la idea de tropicalizar la cuadrícula, entendiendo la racionalidad estética imperante en el modernismo latinoamericano desde el caos tropical, lo que él llama la Razón del Coco.

En este sentido, la pintura y las obras creadas por Espinoza parecen inspirarse en el vaivén de las olas del Mar Caribe que baña las costas venezolanas, las palmeras o los manglares y sus delgadas raíces y ramas con formas sinuosas. Así, las piezas se arrugan, y la impresión de movimiento impera desde la concepción cinetista que camina de la mano de la geometríca abstracta. De ahí la idea de tropicalizar la cuadrícula, entendida como una superficie no rígida, sino como algo que fluctúa a voluntad del artista.

Así pues, la muestra libera al mercado una serie de obras históricas como una retícula obligada a encajar dentro de un bastidor titulada Untitled, o 15 Cocos, una reconstitución de un proyecto hecho en 1971 y que se describe como una especie de retícula que levita como una hamaca que sostiene el peso del Caribe.

A su vez, la selección incluye también obras en tela de pequeño formato y un nuevo grupo de proyectos inéditos donde el artista proyecta arquitecturas frágiles y efímeras a partir de los registros fotográficos de sus instalaciones históricas.

El curador, Carmona, invita a los interesados a acudir a la Baró no solo para presenciar la obra de uno de los artistas más importantes de Sudamérica, sino a abrirse a una nueva lógica y una comprensión del arte totalmente diferente que puede ser del interés de estudiantes, expertos y coleccionistas.