Clara Fiol y Joan Tomàs Martínez Grimalt realizan esta semana una residencia en la Faber Llull de Olot. | Martí Albesa

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Joan Tomàs Martínez (Palma, 1984) buscaba compañera para su nuevo proyecto audiovisual. «Tenía muy claro que quería a una mujer y que esta fuera bastante más joven que yo, sin importar la formación que tuviera en este campo», recuerda el escritor y guionista, que ha participado en Mai neva a Ciutat (IB3 Televisió, 2019) y en Llim (IB3 TV, Bastera Films y The Fly Hunter, 2023). Fue con esa premisa que, por casualidad, surgió el nombre de Clara Fiol (Palma, 1995), poeta e integrante del trío musical Marala.

Ahora, después de un año trabajando en el guion de una serie, el nuevo tándem artístico está realizando esta semana una residencia en la Faber Llull-Olot que, a su vez, forma parte de la segunda edición de Serielizados Kick. Se trata de una iniciativa de Serializados en colaboración con los Guionistes Associats de Catalunya (GAC) que impulsa el desarrollo de series en catalán, aportando herramientas y recursos a los creadores locales con el propósito de promocionar la producción en catalán.

Así, durante estos días, Martínez Grimalt y Fiol –junto a otros siete proyectos seleccionados– han asistido a talleres y clases magistrales con profesionales en lo que ha sido una «estancia intensiva».

Allí, están desarrollando la versión definitiva del guion de una serie que constará de seis capítulos y que tiene el título provisional de Temperatures sense canvis. Tal y como avanza Martínez Grimalt, se trata de una «comedia negra» que cuenta la historia de tres mujeres obligadas a convivir en la trastienda de un salón de estética.

«Estas tres mujeres tienen orígenes, condiciones sociales y edades completamente diferentes. Cada una se encuentra desamparada, perdida y explotada, viven en una cierta precariedad. Un accidente, que les pone a todas ellas en peligro, les obliga a tener que compartir el mismo techo. Esa convivencia desencadena que, al final, creen una pequeña comunidad para tirar adelante sea como sea, hacen piña», desvela.

Por su parte, Fiol destaca que lo que la atrajo del proyecto es que se trata de «una comedia muy divertida, pero con un fuerte componente crítico y social y con un lenguaje fresco». «El tono es lo que más me interesó», resume.

Asimismo, Fiol remarca que esa crítica está muy vinculada con la masificación turística en Mallorca y la gentrificación. «Son tres mujeres que se van encontrando con tíos imbéciles por el camino, a la vez que atraviesan muchas luchas. Aunque no son abiertamente feministas o ecologistas, son profundamente feministas y ecologistas. Es decir, no son activistas, pero están profundamente en contra de la masificación, por ejemplo. Sus perfiles son de gente normal, no especialmente académico ni tampoco contracultural, aunque acaban formando una comunidad de resistencia muy chula».

La próxima fase decisiva será a mediados de diciembre, cuando tenga lugar un pitching, una sesión que les servirá para exponer el proyecto a productores para encontrar financiación.