Yolanda Gutiérrez y Marc Bonnín, los Medea y Jasón de esta versión del clásico de Eurípides.

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El actor mallorquín Marc Bonnín ha dado el salto a la producción teatral sin abandonar, ni mucho menos, la actuación. De hecho, ha juntado ambas facetas en la obra Medea y Jasón, estrenada ayer en el Teatro La Encina de Madrid donde el actor asume responsabilidades sobre y detrás del escenario como protagonista y productor de la misma.

Así pues, el mallorquín curiosamente cambia el colegio Las Encinas, donde le pudimos ver en las temporadas 5 y 6 del fenómeno de Netflix Élite, por el Teatro La Encina para encarar un proyecto que «se gestó hace muchos años y que quería sacar adelante», reconoce vía telefónica.

El teatro es, pues, una de las pasiones de Bonnín, que lo ha cultivado en varias ocasiones como, por ejemplo, en Clitemnestra, la casa dels noms, dirigida por el fallecido director de cine Agustí Villaronga con quien también trabajaría en la cinta El ventre del mar. Bonnín cultiva así dos facetas de la actuación, uniendo proyectos audiovisuales como televisión, largometrajes y cortometrajes, con el teatro.

Y así, en cuanto vio la oportunidad, Bonnín se puso en contacto con la directora de la obra, Reja Balboa, y se pusieron manos a la obra. «El enfoque es similar a la obra original, pero el personaje de Jasón aquí coge mucho peso», detalla Bonnín quien añade que «básicamente vemos todo el viaje en la obra y lo hemos focalizado mucho en las interpretaciones de los actores», él mismo y Yolanda Guitérrez, su Medea, «a través de un trabajo actoral muy intenso» y con una escenografía simple.

La escenografía de esta obra es muy simple para dar más peso a la carga interpretativa.

A su vez, Bonnín también explica que «uno de los motivos por los que hago la producción es para volver a estar haciendo teatro», que es algo que le apasiona y ante lo cual pensó: «¿Qué mejor que volver con una producción propia que hace tanto tiempo que quiero sacar adelante?». También se muestra consciente del riesgo que supone porque, avanza, «no voy a ganar nada, es más, seguramente perderé, pero se trata de una apuesta tanto personal como colectiva porque creo en la obra y en su potencial». No obstante y en cualquier caso, asegura: «Lo hago para volver a los escenarios».

Sobre su paso por la exitosa serie de Netflix, que ahora encara su séptima temporada en la que Bonnín ya no forma parte tras haber cerrado su arco argumental en la sexta entrega, el mallorquín se muestra muy satisfecho con el trabajo realizado y no duda en afirmar que «ha cambiado mucho las cosas». Ahora le llegan más ofrecimientos y también tiene más posibilidades para sacar adelante proyectos fílmicos y televisivos, aunque se lo toma con cierta calma.

«Una cosa que está clara es que vamos a abrir el mercado, porque Élite se ve mucho en Latinoamérica, y vamos a ver cómo va la cosa» porque, si algo tiene claro, es que «hay cosas que están llegando que, si no fuera por Élite, no habrían llegado, incluida esta producción teatral, estoy seguro».

Por ello, Élite, además de la enorme experiencia personal, ha sido para Bonnín un enorme «escaparate» del cual todavía está recogiendo los frutos de esa exposición que tiene un alcance internacional como ninguna otra producción española.