El actor y dramaturgo Rafael Álvarez ‘El Brujo’.

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El actor y dramaturgo Rafael Álvarez ‘El Brujo’ se pone al servicio de la obra y la vida del gran yogui y swami hindú Paramahansa Yogananda, impulsor del Raja Yoga en Occidente, en su nuevo espectáculo: Autobiografía de un Yogui. Una obra a la altura de los grandes bestsellers y que está colocada en el top de hitos «como La Biblia o El principito» de Antoine de Saint-Exupéry. Así, el artista abraza conceptos como la mística y la espiritualidad para conectar con el público y que éste «se relajarse, de liberar el diafragma» con un sentido del humor «fino, como el que utilizaban los grandes maestros para decir grandes verdades, algunas incómodas». La pieza se podrá ver este viernes 8, a las 21.00, en la sala Trui Teatre de Palma (Camí de Son Rapinya, Colegio La Salle).

«Soy un seguidor de Yogananda, práctico técnicas de meditación desde hace años, me inicié hace mucho tiempo», cuenta El Brujo; de hecho, «me interesó a nivel escénico porque generalmente en el teatro se le da poca importancia al tema de la espiritualidad, cuando en el teatro realmente la espiritualidad ha sido siempre un factor decisivo, desde la tragedia griega, que era teatro religioso a la manera pagana, a la filosofía, hasta Shakespeare tiene mucho de eso». Sin embargo, «cuando se interpreta a ese tipo de autores se hace desde un punto de vista sociológico, político, no desde el mundo espiritual, vital o metafísico», sostiene.

Considera que la obra de Yogananda es lo suficientemente grande como para llevarla al teatro en su esencia. «Está traducido a cincuenta idiomas y sin embargo no es muy conocida, por eso quise hacer una obra de teatro sobre él, porque su obra incluye aspectos de cosmología, espiritualidad, meditación, lo que tiene relación con la India antigua, una sabiduría que me el mundo ha olvidado y eso está pasando factura, una factura muy grande de desequilibrios e ignorancia, contradicciones y desconocimiento». Y precisamente, con los postulados del Yogui se quiere combatir la «ignorancia».

Humor

Aún así, El Brujo lleva a Yogananda a su terreno y se sirve del humor para llevar sus palabras al escenario. «La gente tiene que divertirse, se tiene que reír constantemente, la risa es una propia forma de conocimiento, de estar en el mundo, de relajarte, la risa abre la percepción y facilita que las neuronas asimilen cosas que cuando uno está contraído no recibe». Así, Anatomia de un Yogui «es un espectáculo de humor, de mística moderna, relacionada con la meditación oriental, como la tradición de los grandes yoguis de la India».

Toda esa tradición, «tan diferente a nuestra percepción occidental», podría chocar con nuestras creencias y enfrentarse una censura que se está dando hoy en día «por partido de extrema derecha y derecha conservadora», pero que no es «nada nuevo, la censura siempre ha estado ahí, también por parte de grupos de izquierdas en Catalunya, como por ejemplo lo que está pasando con Albert Boadella». Esa censura pasa también por asuntos como el feminismo, «algo por lo que yo también me manifiesto, el machismo es un horror y hay que entender que el feminismo es un gran avance social, no solo por la igualdad de las mujeres, también para los hombres», concluye.