Pau Vadell y Pau Carbó posan en la Església Vella de Calonge, sede de Adia, con todos los títulos que han publicado y, de fondo, Blai Bonet. | P. Pellicer

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En septiembre 2013, el poeta Pau Vadell (Calonge, 1984) fundó, en medio de una crisis generacional y financiera, lo que se ha convertido, diez años después, en la editorial de referencia poética de Mallorca en lengua catalana. Algo que ha sucedido, como el propio Vadell reconoce, «sin saber todavía cómo, supongo que con mucha pasión y esfuerzo» en un panorama dominado por las novedades. Para celebrar semejante dicha, el sábado 22 organizarán una gran fiesta en su casa, en la Església Vella de Calonge.

Lucia Pietrelli y Àngel Igelmo inauguraron la primera y principal colección de Adia, Ossos d’Or, con Mort d’un Aviador Tartamut y Els treballs i els dies, respectivamente. Ahora, esta serie alcanza unos ochenta títulos, que incluyen Rastre de plata, el debut literario de Carme Castells –directora de la Fundació Mallorca Literària–, o la nueva obra del propio Vadell, Cremen desordres. En este sentido, señala que «he querido esperar a que el proyecto de Adia madurara para poder editar un poemario mío».

Colecciones

A pesar de que la literatura en verso es la principal apuesta, con el tiempo han surgido otra líneas: Ossos d’or, para la edición de obras poéticas completas, por ahora las de Jaume Vidal Alcover y Miquel Àngel Riera; Llimona verda, para la narrativa actual, que acoge, entre otros, el libro de relatos Cleveland, de Miquel Bezares o la última novela de Antoni Vidal Ferrando, Quan el cel embogeix; Pedreny, dedicada a la recuperación de clásicos, como Si jo fos fuster i tu et diguessis Maria, de Blai Bonet, o Viatge, de Antoni Serra; Braverol, para textos ensayísticos centrados en diferentes temas, como la figura de Joanot Colom i Cifre; Fora mida, donde tienen cabida proyectos diferentes, desde el libro del programa de televisión Tèntol hasta un estudio sobre las neules, y la flamante Jàssera, para teatro, que por el momento conforman Zona inundable, de Marta Barceló, y La cantant barbuda, de Joan Casas y Feliu Formosa.

Asismo, Adia también colabora con otras editoriales independientes, como son Lleonard Muntaner, Buc de Valencia o LaBreu de Barcelona. «La gracia de ser un sello pequeño e independiente es que vas tramando sinergias con otras como la tuya, compartiendo estands en ferias o trabajando, por ejemplo, en la edición del Premi Francesc Garriga para poetas inéditos».

Bajo el lema Deixa que la poesia et xucli y a raíz del décimo aniversario, Vadell tiene previsto potenciar los recitales poéticos en librerías, «nuestros aliados más importantes» y organizar, durante la primavera, un encuentro con editores independientes de los Països Catalans para debatir sobre el panorama editorial actual y la salud de la poesía. Sobre esta cuestión, Vadell destaca que «se escribe y edita mucha poesía, pero se lee poco». «Tenemos que ponernos en el lugar que nos corresponde y disfrutarlo», concluye.