Yevheniy Svyetlitsa, junto con Ievgen Lagunov, los bailarines principales del ballet.    | Pere Bota

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El Lago de los cisnes recala en el Auditòrium de Palma, donde arrancó ayer con una gran puesta. Hoy vuelve con una segunda función. El Ballet de Kiev presenta otra vez Bailando desde el corazón una propuesta que tiene como objetivo ayudar a los bailarines que se encontraban en Ucrania cuando estalló la guerra y, así ofrecerles una estabilidad laboral.

Al son de la música de Tchaikovsky, Ievgen Lagunov, que representa al príncipe Sigfrido en la obra, tendrá que luchar con Von Robart, el genio malvado, para poder salvar a Odette de su hechizo. Es la primera vez que el bailarín está en Ciutat y lo que más le apetece «es conocer al público, pues el español suele ser muy agradecido», asegura el artista. Al tratarse de una de las producciones más clásicas «el país la guarda como un tesoro. Una representación que transmite una ambiente mágico entre todos los espectadores», admite el bailarín.

Y, es que no todo son tutús, maquillaje, zapatillas de punta o escenografía, pues «se necesita una alta preparación profesional y una gran experiencia. Para nosotros es todo un lujo haber sido escogidos para poder representar a estos personajes», añade otro de los bailarines, en este caso, Yevheniy Svyetlitsa que encarna al hechicero malvado, que convierte a la hermosa Odette en la Reina Cisne.

Lagunov expresa que «se trata de una gran responsabilidad por parte de cada miembro de la compañía. Somos como una especie de engranaje en el que cada personaje tiene un papel importante». «Se lleva la obra hasta el máximo nivel tanto los personajes como el vestuarioo la    escena cobran un papel esencial, incluso el trabajo que no se llega a ver como la parte más técnica, por ejemplo el telón está pintado a mano por una serie de artistas», expresa el bailarín que representará a Von Robart en el ballet.

A cargo de Viktor Ishchuk, El Ballet de Kiev busca reunir a las estrellas más prominentes de Ucrania para que así puedan presentar al mundo el talento, la maestría y la profesionalidad de los artistas de ese país. El Lago de los cisnes, una obra que transcurre en cuatro actos y que transcurre entre el amor y la magia, enlazando en sus escenas la eterna lucha del bien y del mal. La protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, una joven convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rothbart y Odile el cisne negro e hija del brujo.