La actriz Irène Jacob posó este sábado en Palma y este domingo recoge su premio Master of Cinema. | Laura Becerra

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En la gala de clausura del Atlàntida Mallorca Film Fest, que tendrá lugar este domingo por la noche en la Misericòrdia de Palma, la actriz Irène Jacob (Suresnes, Francia, 1966) será galardonada con el Premi Master de Cinema. La musa del director Krzysztof Kieslowski ofreció este sábado en el Cine Rívoli una conferencia en la que recordó su experiencia a las órdenes de directores tan importantes como Michelangelo Antonioni, Wim Wenders, Louis Malle a Amos Gitai, entre otros.

«Empecé a los quince años en televisión y siempre quise contar historias y comprender la realidad», comentó. De Kieslowski, con quien le llegó la fama internacional al llevarse el premio de interpretación femenina de Cannes por La doble vida de Verónica (1991), Jacob explicó que «al escogerme para el papel, lo que constituyó un auténtico sueño para mí, me dijo que debía actuar de forma muy personal, ya que el tono de la película iba a ser muy poético y tenía que buscar gestos que formaran parte del personaje», y rememoró que «llegó a realizar quince versiones distintas de la película, en un proceso muy difícil que casi le hizo enloquecer y entrar en una depresión».

La intérprete de Tres colores: Rojo asumió que «Kieslowski no explica nunca sus películas completamente, ni a los actores ni al público, siempre deja que sean ellos los que interpreten el significado y construyan la mitad de la historia, y que lo hagan según la cultura a la que pertenecen».
La actriz de El caso Villa Caprice (2020) apuntó que «a veces, regresas del rodaje con una sensación muy mala, con la sensación de frustración por no haberlo hecho correctamente, empiezas a dudar del trabajo de actriz; en cambio, otras veces una escena muy simple te puede dar una gran alegría: son una especie de vasos comunicantes». De su experiencia con José Luis Cuerda, en La educación de las hadas (2006), opinó que «en el cine español, hay mucho espacio para los sueños, me gusta la forma de contar historias, incluso si son tristes, de una forma tan emocional».

«En mi carrera, hay muchos directores con los que me habría encantado trabajar, pero nunca me ha llegado la oportunidad, en cambio hay otros con los que no habría nunca imaginado colaborar con ellos y se convierten en una agradable sorpresa, es algo que no es fácil de controlar, más bien se trata de tener deseos», manifestó Jacob, quien expuso que «en ocasiones, no te llegan ofertas interesantes en cine, pero sí en teatro, que representan aventuras más largas, te puedes poner a prueba y te ayudan mucho como actriz».

Huelga

De la huelga de actores y guionistas en Hollywood, expuso que «precisamente ellos sienten que existe demasiado control sobre su trabajo, quieren tener sus derechos y rechazan que la inteligencia artificial tome un excesivo control en su creatividad, luchan por conservar la libertad en su trabajo, que permita crear nuevas formas de contar historias». Entre las anécdotas que dio a conocer, Irène Jacob relató que «mientras hay directores que graban muchas tomas distintas de la misma escena y deciden en el montaje, Antonioni grababa desde un único punto de vista, generalmente con largos planos secuencia, algo que obligaba a ser muy exigentes», y añadió que «después de trabajar por la mañana con los actores, trabajaba el mismo día de rodaje la escena durante varias horas, reaccionando a lo que había sucedido en el ensayo, como un pintor capaz de dibujar un paisaje con una sola línea continua».

Del galardón que le será entregado, la comediante aseguró que «más que Master of Cinema, lo que yo me siento es amante del cine». A nivel técnico, Jacob desveló que «la distancia entre el actor y la cámara marca la forma de interpretar; a veces, la emoción surge cuando notas que la cámara está cerca y la oyes».