El violinista Gilles Apap.

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Gilles Apap es un artista argelino que ha ido brindando música clásica a través de su violín. Conocido por crear su propio estilo cada vez que sube a un escenario, el violinista viaja a Mallorca para participar en uno de los conciertos del Festival Internacional de Música de Deià. Su próxima actuación es este miércoles, a las 21.00 horas, en Son Marroig, y su periplo isleño concluirá este jueves en las bodegas Tianna Negre, en Binissalem, a las 20.00 horas.

El pasado 5 de julio ya se subió al escenario de Son Marroig para interpretar con su violín música tradicional irlandesa junto a la Camarata Deià. Según Apap, fue «una oportunidad más de disfrutar del lugar más hermoso de la isla de Mallorca y sus espectaculares puestas de sol. Invitaría a todo el mundo a venir y disfrutar de la mejor música desde un escenario único».

Este miércoles vuelve a subirse a la misma plataforma junto al pianista Alfredo Oyágüez, juntos interpretarán obras de Mozart, Falla, Gerswhin y Brahms. El jueves, en Tianna Negre, también actuarán los dos artistas en concierto. La recaudación de las entradas de éste último pase irá destinado para la investigación contra el cáncer de mama, una iniciativa que para el artista argelino es todo un acierto, «benéfico o no, la música es medicinal para el espíritu y, si ademas, su beneficio esta dirigido a tratar de solucionar un problema como es el cáncer de mama, aún mejor».

«Creo firmemente en la improvisación como fuente creativa, como lo fue siempre para los prestigiosos compositores», añade Apap. Uno de los «grandes» que ha marcado mucho en la trayectoria del artista es Yehudi Menuhin: «La gran leyenda del violín es mi mentor. Él me ofreció en su día grandes consejos que me han servido para llegar hasta donde estoy ahora». Donde también ha encontrado referentes estilísticos es en la música folclórica de diferentes partes del mundo: «Me ayuda a conservar la frescura vital que toda música debe tener», describe el propio artista.

Trayectoria
La vida de Apap siempre ha estado guiada por la música. Desde pequeño ha soñado con poder dedicarse a ella, y tenía claro que lo iba a hacer «de una manera u otra», aunque nunca de una forma «convencional». «Siempre he buscado alternativas que enriquecieran mi visión musical del mundo pero sí, la música es el centro de mi vida», afirma. El artista toca piezas tradicionales celtas, de bluegrass o gipsys, entre otras. Aunque tiene un punto de vista único en cuanto a las melodías, para él su carrera «es una forma de vida mas que una profesión».

Empezó a tocar el violín «seriamente tarde», aunque siempre ha estado presente en su vida. Además del pequeño aparato, comenta que «últimamente llevo un tiempo aprendiendo a tocar el violonchelo de manera un poco mas seria». Asimismo, al argelino también le atraen mucho los instrumentos folclóricos, tanto es así que toca alguno «de manera amateur».

Siguiendo con su carrera musical, no solo se centra en la interpretación con el violín o violonchelo, sino que también ha dirigido orquestas desde la posición de violín solista o concertino de la orquesta. «La verdad es que la experiencia siempre es gratificante», describe Apap. «La dinámica de un grupo de músicos tras un objetivo común no siempre es fácil, pero es un viaje muy interesante que nos permite trabajar y aprender colectivamente con la música de los más grandes compositores de la historia», sentencia.