El artista de efectos visuales Josep Antoni Ribas. | Jaume Morey

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La vida de Josep Antoni Ribas no se puede entender sin dos elementos principales en ella: los viajes y el cine. Si se juntan ambas se da, como en una simple operación matemática, el resultado de su día a día. Y es que el mallorquín, experto en efectos visuales, sobre todo en composición, lleva a sus espaldas tantos títulos como ciudades en las que ha vivido o trabajado. La más reciente de ellas es nada menos que la nueva entrega de Indiana Jones cuyo recién estrenado tráiler ha dejado a todos los seguidores boquiabiertos por el rejuvenecimiento digital de Harrison Ford. Lo nuevo de Indie es, no obstante, solo el último de los muchos proyectos en los que Ribas se ha embarcado recientemente, incluido «el más duro de todos», pero también emocionante: ser padre de una hija.

Sobre Indiana Jones 5, asegura no «ser superfán de la saga, pero he crecido con las primeras, que me encantaron». No obstante, el tráiler también le ha encandilado a él: «Me encantó y despertó algo». Lo mismo ha ocurrido con legiones de seguidores de las aventuras del personaje interpretado por Harrison Ford y en cuya última entrega Ribas ha trabajado en una cantidad considerable de planos.
No obstante, como él mismo detalla, «tener más planos, aunque es importante, a veces pasa desapercibido porque luego duran un parpadeo» y recuerda que en ocasiones «un solo plano puede durar meses por hacerse», como en el caso de Piratas del Caribe: la venganza de Salazar, cinta en la que le encargaron uno en el que «me dieron total libertad porque el director me dijo: no sabemos qué hacer exactamente, así que haz lo que veas». El resultado, satisfactorio por supuesto, ha de tener sobre todo un componente principal: «Te has de creer que lo que pones, ya sea un dinosaurio o una explosión, está ahí».

Éxito

Y a pesar del éxito de algunos de sus otros proyectos, como Black Panther, Capitana Marvel o Wonder Woman, todas del universo cinematográfico de Marvel, si hay unas cintas que sobresalen de su filmografía son, sin duda, El Rey León y El irlandés. La primera, dirigida por Jon Favreau, porque fue nominada al Oscar a Mejores Efectos Visuales. «Es lo más potente que he hecho en 3D». De ella rememora que «creamos 65 kilómetros de mundo, hay animales que hasta están extintos hoy en día y si un solo ordenador hubiera renderizado todo hubiera tardado 2.500 años». Había tanta información que «solo para ver mi trabajo tenía que esperar media hora».

La otra, El irlandés, por quien la dirige y quien la protagoniza: Martin Scorsese y Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, entre otros. «Curiosamente hice esa peli estando en Irlanda, mientras que el director estaba en Los Ángeles, y hacíamos las conferencias entre todos y en pantalla veíamos en el cine a Scorsese hablando de tu plano y, claro, no te habla a ti, pero ya es brutal». Esas conexiones telemáticas, de hecho, han facilitado el trabajo, ya que desde la pandemia «puedes trabajar desde cualquier sitio», pero sin dejar de lado ir a los estudios, algo que «se echa de menos». No extraña al tener en cuenta que «teníamos un cine privado para ver el progreso».

Pero, sobre todo ello, sobresale el más personal e intenso de los proyectos: ser padre. «Ya le he puesto alguna película a mi hijo, como El Rey León, pero se pierde todavía porque tiene 6 meses. La parte de Hakuna Matata me salva. Cuando crezca va a molar mucho poder ponerle películas que he hecho yo». Hasta que crezca un poco más, Ribas deberá seguir llenando su filmografía de títulos. Y los próximos meses ya tiene varios sobre la mesa y no descarta «trabajar en alguna producción de aquí, en España»