Francisco Copado, director de la Fundació Miró, junto a Patricia Juncosa.    | Pilar Pellicer

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La Fundació Miró calienta motores para su reapertura al público del Espai Estrella y el Edificio Moneo, que cumple su 30 aniversario. Para ello, se han configurado dos grandes exposiciones, El Miró de Son Boter, por un lado, y Rif Spahni. Instant i memòria, por el otro, de cara a este viernes que tendrá lugar la inauguración. La primera de estas muestras, El Miró de Son Boter, que se adentra en el proceso creativo que tenía lugar en este espacio específico, donde Miró dio rienda suelta a su imaginación e ímpetu artístico durante casi 30 años.

El objetivo, según declara la Fundació en una nota, «dar a conocer un Miró diferente, poco conocido por el público», a través de la apertura de este espacio que incluye dibujos en las paredes e insólitos objetos encontrados creando una auténtica simbiosis entre el artista y su espacio. Por otro lado, Rif Spahni. Instant i memòria se centra en el trabajo que el fotógrafo ha dedicado a explorar la figura mironiana de Son Boter para revelar un lugar mágico donde perdura la energía creativa de Miró.

Así pues, se trata del resultado de un proyecto que se ha prolongado durante una década, desde 2012 hasta 2022, en la que Spahni realiza un ejercicio de observación que va más allá de la representación y da paso a la interpretación. A partir de ello se puede aseverar que la huella de Miró en Son Boter no son solo manchas de pintura, sino evidencias que permiten reconstruir su memoria, energía y movimiento.