El músico Enric Pastor, en el centro, con la banda que le acompaña en este proyecto personal. | R.C.

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Después de interpretar la música de otros compositores, el violinista Enric Pastor decidió que ya era hora de componer su propia música. Lo cuenta el propio artista, quien asegura que se atrevió a hacerlo «sin pretensión alguna más allá de compartirla con el público». El resultado fue Cambios, que lanzó en 2014 bajo el nombre Enric Pastor &Co, acompañado por el baterista Jaume Ginard, el pianista y compositor SergiSellés, y el bajista Wojtek Sobolewski.

Después llegó Moments, su segundo trabajo discográfico, que le valió el Premi Enderrock de la Música Balear 2021 al mejor disco de jazz por votación popular. Tras actuar ayer en Son Marroig, dentro del XLIV Festival Internacional de Música de Deià, esta noche, a las 20.30 horas, repetirán en el hotel rural Sa BassaRotja de Porreres. Asimismo, forman parte del cartel de la Fira B!, programa en el que ofrecerán un concierto el día 28, a las 21.30, en el Teatre XescForteza de Palma.

Improvisar

«Siempre me ha gustado mucho improvisar. Tenía ideas en la cabeza y las tocaba sin escribir nada. Más adelante empecé a dejarlas por escrito. La vena creativa procede de mi padre, que es compositor, y editarla es una forma de tener un recuerdo de lo que has creado», detalla Pastor.

«Es un proyecto personal en el que quería incluir el violín, que es mi instrumento, y las composiciones que son fruto de mis experiencias como música en todas las formaciones en las que participo o de las que he colaborado, desde música clásica hasta músicas del mundo, swing, tango, flamenco o bluegras», cuenta. Así pues, es «una fusión de estilos donde la improvisación está muy presente, pero también las melodías son protagonistas».

Sobre el predominio la fusión en el panorama musical actual, Enric Pastor opina que ciertamente «nos rodea por todos los lados, ya que vivimos en un mundo globalizado, de intercambio de culturas, estilos o de ideas de crear cosas diferentes». Respecto a si el jazz ha sido el género que más se ha nutrido de diferentes culturas y lenguajes, el violinista afirma que «se han roto las barreras y las fronteras en las que antes parecía que tenía que haber un tipo de música para cada formato». «La música occidental todavía pesaba mucho en Europa; después empezamos a conocer músicas orientales y del mundo, algo que ya pasaba con los compositores clásicos, que las incluían en sus partituras como resultado de sus viajes», aclara.

Los viajes y los desplazamientos de estudiantes y músicos de jazz mallorquines que han ido a estudiar fuera también ha hecho que, según Pastor, haya tan buenos artistas y formaciones de jazz en el panorama de la Isla, así como el hecho de que hayan venido músicos    extranjeros, lo que nos ha permitido conocer otras maneras de hacer y compartir el arte de la música.