la presidenta Armengol, y otras autoridades, durante su visita a la galería Aba Art Lab. | Teresa Ayuga

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La asociación de galeristas Art Palma Contemporani tiene el firme propósito de hacer del Art Palma Summer una cita al nivel de la Nit de l’Art, un encuentro multitudinario que sirve como gran punto de encuentro entre la ciudadanía, artistas y espacios expositivos. Este jueves este evento llegó a su séptima edición con una buena acogida, allanando el terreno hacia esa meta. La COVID ya no fue el principal tema de conversación en este ArtPalma Summer con la normalidad ya plenamente instalada en la vida cotidiana. La jornada de ayer, que se desarrolló en horario vespertino, como es costumbre, entre las 18.00 y las 21.00 horas, fue el día del arte contemporáneo. Además de los turistas habituales que pululan por el centro de Ciutat –especialmente en un día nublado y extraño como el de ayer por la tarde–, otros muchos no se quisieron perder la fiesta, tampoco los políticos, como la presidenta del Govern, Francina Armengol; la consellera insular de Cultura, Bel Busquets o el regidor de Cultura de Cort, Antoni Noguera, entre muchos otros.

Todos ellos se congregaron en la galería Fran Reus, donde se dio el pistoletazo de salida. Y es que su responsable es el nuevo presidente de Art Palma Contemporani. Reus ofreció una visita guiada a los asistentes y presentó el nuevo espacio de la galería: The Vault. Se trata de una suerte de «cámara acorazada» que tiene reminiscencias de lo que era antiguamente la Fran Reus, un banco. «El artista tendrá libertad para disponer de esta habitación, forrada de aglomerado, aunque también podrá cambiarlo si así lo desea», explictó. El joven valenciano Miquel    Ponce es el que estrena esta nueva iniciativa.

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La galería Fran Reus, en Passeig Mallorca, apostó por obras de varios artistas.

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La Gerhardt Braun, en Sant Feliu, fue una de las galerías más animadas.

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Una imagen de la exposición de la Pelaires.

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Un momento de la inauguración en la Pep Llabrés.

En la vecina Aba Art Lab, Carla y Marta Alimbau proponían, con música y escultura, una experiencia «mística y ancestral». «No todo tiene que ser la Nit de l’Art», afirmó PepLlabrés, quien aseguró que es una «muy buena ocasión para apostar por diferentes artistas y conectarlos, se presta a las colectivas, mientras que en la Nit de l’Art se suele apostar por un solo creador», aclaró. Y practicó con el ejemplo en su galería, ubicada en SantJaume, donde inauguró Relacions inevitables con Carlos Macià, Sabine Finkenauer, Miguel Ángel Molina, Shane Bradford y Guillermo Pfaff. La Horrach Moyà estrenó proyectos en sus dos sedes (Catalunya y Drassana), Kewenig se centró en Marcelo Vízquez y la Pelaires desplegó en sus diferentes salas varias colecciones. L21 y Xavier Fiol completaban la lista de las galerías palmesanas agremiadas, aunque también había muchas otras fuera de este circuito oficial, como la Gerhardt Braun, en San Feliu, que siempre es de las más animadas, con DJ incluído. No hay que olvidar que también participaron CaixaForum, EsBaluard, laFundacióMiró y el Museu Fundación Juan March, además del CCAAndratx y la Maior de Pollença.