El escritor y editor Sebastià Marí Crespí, con su primera novela. | Pere Bota

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Sebastià Marí Crespí (Palma, 1958) estaba acostumbrado a decidir qué originales publicaba primero con Inrevés Edicions (2002-2011), desaparecido sello que fundó con Pere Joan y el reconocido dibujante Francesc Capdevila ‘Max’ y luego con Disset Edició, que coordina desde 2016. Ahora, Marí firma su primera novela, Lorena y el inventor de palabras, que publica Editorial Milenio en su colección Marrajo, dirigida por el escritor y colaborador de este periódico Sebastià Bennasar. Presentará este libro esta tarde, a las 19.30 horas, en Quars Llibres (Parellades, 12). El acto contará con la participación de Max, quien se encarga del prólogo de la novela, y de la periodista Marga Font, quienes, junto a Bennasar, han acompañado a Marí en esta nueva aventura literaria.

La idea de escribir, cuenta Marí, surgió hace algunos años, cuando tuvieron que cerrar Inrevés debido a la crisis económica de 2008. «Necesitaba estar ocupado durante el día y la mejor manera que encontré fue empezar una novela. No sabía muy bien qué quería escribir, pero lo cierto es que soy un buen lector de novela negra y eso me influyó», apunta.

«Escribí unas 50 páginas y le pedí opinión a Max, que es un buen amigo, y me dijo que la trama estaba bien y que los personajes eran atractivos. Eso me ayudó a seguir. Después también pedí consejo a Sebastià [Bennasar], con quien trabajé en la revista Tres Quarts, que yo dirigía, y que me recomendó que siguiera escribiendo e incluso me sugirió que podría publicarla en su colección, como ha sido finalmente», explica el autor. Como lector de novela negra, Marí reconoce que «me había cansado de esas novelas suecas en las que hay mucho detalle y descripciones», así que con su primera novela ha predicado con el ejemplo. «Es una trama coral protagonizada por Max Seal, que se dedica a una profesión preciosa, a inventar palabras. Debido a que le acusan de plagio, Max, tiene que dejar todo y empezar su vida de cero», desvela. Y es entonces cuando Max afronta una misión: encontrar al asesino de Lorena un personaje omnipresente en la historia pero que, sin embargo, «ya está muerta en las primeras líneas», cual Laura Palmer.

Todo esto sucede en una isla que ha inventado Marí para «desembafar» nuestra Mallorca ya «tan turística»: Bafia. «Está al lado de Mallorca y no es tan grande, aunque sí que és mayor que Eivissa y Menorca». Sin embargo, el autor asegura que «podría ser cualquier isla del Mediterráneo». «La novela es bastante mediterránea y marina, con un importante punto hedonista», afirma Marí, que establece como referentes la «novela negra mediterránea, sin sangre ni tripas, más de intriga y misterio» que cultivaron maestros como Andrea Camilleri, Donna Leon o el barcelonés Manuel Vázquez Montalbán.