El actor de doblaje, Roger Pera, en la librería Metropolis de Palma. | Teresa Ayuga

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Roger Pera, voz habitual de actores como Lenoardo DiCaprio o Matt Damon, se reunió ayer con sus seguidores en La Misericòrdia en un evento de la librería Metropolis donde presentó, en compañía del director teatral Ricard Reguant, su libro Èxit, donde relata los altibajos de su vida y su carrera sin tapujos, desde sus inicios como niño prodigio del doblaje hasta sus adicciones.

¿Qué historia hay tras Èxit?

—Es la historia de mi vida y tiene de todo, como todas: Cosas buenas y malas, amores y desamores, y un problema potente que tuve con la cocaína.

¿Por qué decidió escribir este libro?

—Por la necesidad de explicar este tema, pues hay muchos tabúes con él pero las adicciones están a la orden del día. Hay chavales fumando porros, en botellones o jugando y creo que hay que hablar sin dramatismos de todo esto.

¿En su profesión hay más tabúes sobre este tema?

—Es posible, de hecho soy el primer actor que dice ‘tengo un problema con esto’. Pero la realidad es que la gente de nuestra profesión trabaja con su cuerpo y su voz y es muy sana. No he tenido compañeros de profesión en los dos centros en los que he estado, sino abogados, médicos, pilotos, etcétera.

¿Doblador o actor de doblaje?

—No me meto en esos berenjenales (risas), pero si no eres actor no puedes doblar y es más, tenemos que ser mucho mejores actores que los de teatro o de cine porque muchas veces no ves lo que vas a doblar hasta que lo haces y tienes que ser muy rápido. Te enamoras, mueres, haces comedia o drama en cero coma. El doblaje es una gran escuela de interpretación.

¿Cuál es el futuro del mundo del doblaje?

—El doblaje es el futuro. Ahora mismo estamos saturados porque Netflix estrena 60 producciones por semana y las quiere en castellano, y ahora también en catalán. Además, es un servicio público, del mismo modo que leemos en español a Shakespeare, vemos películas dobladas. Es un muy buen momento para el dobjale.

Debe tener muchas anécdotas relacionadas con su profesión.

—Muchísimas, desde gente que me pide constantemente que ponga voces hasta al doblaje de Matt Damon en El indomable Will Hunting en el que tuvimos que hacer todo el trabajo en un día y medio y todas mis partes están hechas de madrugada.