La obra de la polémica: ‘Mata Mua’, de Gauguin.

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«El Mata Mua no se vende, es el amor de mi vida», aseguró ayer la baronesa Thyssen, Carmen Cervera, tras las últimas desavenencias con el Gobierno por el alquiler de su colección privada que desde 2004 se expone en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. «El Mata Mua es un cuadro que adoro, para mí sería un sacrificio deshacerme de él, y él tampoco se quiere separar de mí, ¡si lo he comprado tres veces!», dice Cervera en una entrevista en la revista ¡Hola!.

Hay cuatro cuadros importantes que no están en el Museo Thyssen tras su reapertura: Martha Mckeen de Wellfleet (1944), de Hopper; El puente de Charing Cross (1899), de Monet; Caballos de carreras en un paisaje (1894), de Degas, y el Mata Mua de Gauguin, pero Carmen Cervera dice que «en estos momentos no hay ninguno vendido, podrían volver a España si finalmente alcanzamos un acuerdo con el Gobierno».

Colección

A lo largo de la entrevista, la baronesa Thyssen insiste: «Siempre he luchado para que mi colección privada esté en España y lo he demostrado estos años, desde el año noventa y dos, en los que la he prestado de forma gratuita».

Reconoce que alguno «podría venderse, no digo que no, pero van a ir a exposiciones temporales a museos de Europa», explica Carmen Cervera, quien reconoce que tiene «muchos gastos y cuatro casas hipotecadas, tengo problemas económicos, igual necesito vender uno de los cuatro, pero no los cuatro como se ha publicado».

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En su ánimo está seguir negociando con el Gobierno y llegar a un buen acuerdo. «Tengo herederos y tengo que pensar en ellos, seguramente llegaremos a un acuerdo, por eso he dado tiempo hasta el 30 de septiembre».

Cuando se le pregunta si esta nueva negociación se puede interpretar como una presión o vendetta, Cervera asegura que «no, ni mucho menos», necesitaba que tuvieran disponibilidad para poderlos prestar y vender alguno».

Cervera insiste en que «el Mata Mua y dos de esos tres pueden regresar a Madrid si llegamos a una buena negociación», al tiempo que señala que la colección Thyssen es muy extensa, hay nueve obras de Gauguin, «diría que no existe en el mundo una colección privada como esta».

Alquiler

«Pido un alquiler anual. Lo quiero para mis herederos. No puedo pretender que ellos hagan el mismo sacrificio que yo», añade Carmen Cervera quien dice que «dejar el préstamo gratuito es imposible ya, no se puede. Todos tenemos problemas».

La baronesa Thyssen asegura que le han llegado propuestas del extranjero, pagando un alquiler anual, pero nunca se ha querido irse de España. «Soy así, romántica como buena española», resume.