Miguel Vicens y Pablo Sanllehi nos presentan al nuevo ‘line-up’ de Los Bravos en los exteriores de nuestro diario. Desde la izquierda, Sergi Tomás, Joan Prohens, Bruce Game, Marc Grimalt y Jaume Amengual. | Jaume Morey

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En 1965, los integrantes de Los Sonor (Antonio Martínez y Manolo Fernández) y Mike and the Runaways (Michael Volker, Miguel Vicens y Pablo Sanllehi) fueron elegidos por el productor discográfico y músico francés Alain Milhaud para integrar el quinteto que, en adelante, se llamaría Los Bravos.

En la discoteca Haima, situada en la zona de Cala Major de Palma, hicieron sus primeros ensayaron y allí se presentaron. En ella permanecieron durante la ascensión internacional de su canción Black is Black. «Nos pagaban 5.000 pesetas por actuación», recuerda Miguel Vicens, «pero conforme iba subiendo en las listas nuestro disco, aumentaban 500 pesetas el salario».

«Como cada semana el tema estaba más arriba, llegaron a doblarnos el sueldo, hasta alcanzar el número uno», añade Pablo Sanllehí. «Con el apoyo de la Cadena Ser, nos trasladamos a Madrid para la presentación oficial, actuando en el Teatro de la Zarzuela, un recinto que jamás antes había albergado una manifestación de música pop», recuerda el músico.

Negro

Artífices del proyecto Los Bravos fueron el músico y compositor Manolo Díaz, el programa Los 40 Principales y, de forma muy especial, el productor francés Alain Milhaud, quien, al hacerse cargo de la carrera del grupo, les hizo firmar un contrato en el que le otorgaban «poder absoluto» para regir sus destinos profesionales.

«Black is black. / I want my baby back. / It’s grey, it’s grey / since she went away oh, oh». Los estudios ingleses de la marca Decca y los arreglos de Yvor Raymonde fueron determinantes para que este estribillo fuera repetidamente coreado.

«Es bueno que mi chica vuelva» venía a decir el cantante Mike, luego apellidado Kennedy cuando Milhaud, a merced de su «poder absoluto», decidió unilateralmente que se convirtiera en solista. Operación que supuso, en cierto modo, el fin de Los Bravos. Estábamos en los últimos coletazos de los gloriosos años sesenta.

Más de medio siglo después y tras algunos conatos de reagrupación, Miguel y Pablo, propietarios de la marca Los Bravos, deciden que su legendario grupo regrese. Y lo hacen rejuveneciendo la formación.

El estreno mundial de la película de Quentin Tarantino Érase una vez en Hollywood, con un éxito que rebasó a todas las realizadas con anterioridad por este director, y el hecho de que tanto en el tráiler promocional como en el filme se utilizara el tema Bring a litle loving –segundo gran éxito de Los Bravos–, dio un inesperado impulso al conjunto, colocando de nuevo su canción entre las cincuenta temas más escuchados de todo el mundo.

Nuevo proyecto

El nuevo proyecto musical ya marca el ritmo. Miguel y Pablo dirigen y orientan a estos ‘bravos’ jóvenes. Hay cuatro músicos mallorquines: Sergi Tomás (batería), Marc Grimalt (bajo), Bruce Game (cantante), Joan Prohens (guitarra) y Jaume Amengual (teclista). El elegido para llevar la voz cantante, Bruce, es iraní. Residente en Londres, ha logrado ofrecer con garantías el repertorio de Los Bravos, confiriéndole el carácter que les condujo al éxito, pero sin dejar de aportar su propia personalidad.

«Estamos concretando los detalles de nuestra presentación, que será en Santanyí (el pueblo de Miguel), donde esperamos contar con el apoyo del Ajuntament y la colaboración de Ultima Hora, así como de la Cadena Ser y también de nuestra discográfica, Sony Music», explican Pablo y Miguel.

A esa presentación serán invitados representantes de prensa, radio y televisión. Y cuantos quieran (y quepan) en el lugar que, finalmente, se designe: una plaza pública o un teatro.

Después, Los Bravos iniciarán una gira por diversas localidades españolas y, más tarde, programarán –con el apoyo de importantes sponsors–, actuaciones en otros países.