La balada temperamental de Malú suena en la plaza de toros de Palma

Sí es su último álbum de estudio, donde esta madrileña de ascendencia gaditana hija del cantaor Pepe de Lucía, y, por ende, sobrina del gran Paco de Lucía, traza una mirada intimista, retrospectiva y algo taciturna que contrasta con su filosofía de vida alegre y positiva. Le ha cogido el gusto a escarbar entre diferentes estilos para alzar canciones recias que sorprenden con nuevos matices, sin abandonar nunca su incorruptible identidad. Son composiciones que maniobran entre claroscuros para hablar de amor, soledad y supervivencia, temas universales que acuden al cliché para luego elevarse muy por encima de él. Idealista sin miedo y romántica sin remedio, con su noveno álbum, Malú completa un trabajo casi conceptual sobre el poder curativo de la música y el amor, doce canciones que se balancean entre medios tiempos aterciopelados y el pop bailable. Música infecciosa en su capacidad para contagiar tristeza, alegría y ganas de vivir. En Sí, la artista planta cara al ritmo para completar un trabajo que juega con las emociones sin renunciar por completo a esa noción agridulce que anida en todo cuanto pasa por sus manos.

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A escasos días del concierto, la plaza de toros prevé un lleno hasta la bandera, dato que se correspondería con la tónica general de sus conciertos, donde suele colgarse el cartel de ‘no hay entradas’.