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«Es una música maravillosa. Yo en broma digo que suena un poco a Hollywood, que es muy fácil de escuchar». Así se expresaba ayer Irina Capriles, directora del Orfeó Ramon Llull y el alma de algunos e los últimos conciertos participativos que han sonado en Palma surgidos del empeño de dicha coral. Su próximo reto en escena está a punto de llegar. El próximo día 1, a las 20.30, unas 200 personas, entre coralistas y músicos se subirán al escenario del Teatre Principal de Palma para cantan un Réquiem que firma el compositor húngaro Frigyes Hidas.

En esta ocasión, la batuta la llevará Fernando Marina. «Él fue quien propuso la obra, que es un estreno en Mallorca y estoy casi segura que en todo el Estado, porque no he encontrado ningún dato de que se hiciera en la Península», apunta Capriles. «Yo la escuché, me gustó, se compraron las partituras, porque se están usando partituras originales» y la maquinaria de ensayos y de producción se puso en marcha.

Es una composición para coro, banda sinfónica y solistas. Estos últimos son «estupendos», añade la directora. En el cartel figuran la soprano Gloria Beron, la contralto Ariadna Vila, el tenor Antoni Lliteres y el bajo Josep Miquel Muñoz. A estos solistas les acompañarán la Banda de Son Rapinya, el Orfeó Ramon Llull, el Orfeó l’Harpa d’Inca y unos cuarenta cantantes individuales.

Este Réquiem veraniego también tendrá un cariz sentimental. Por una parte recordará a los fallecidos en el accidente de tren de Galicia de hace un año, por lo que se ha implicado la Casa Gallega y sus gaiteros, y se rendirá un in memoriam a dos coralistas locales fallecidos en 2014, Juan Calafell y Gerardo Lumbreras.